Montesco Colorido nada tiene que ver con Mancuerna ni con Guisante (los protagonistas del post anterior), pero ayer se elevó sin querer,voló hasta los 159 metros, flotó sin complejos, nadó por los aires. No sabía qué le estaba pasando, sin embargo podía disfrutar a tiempo real sin pensar ni en el qué ni en el porqué... El problema -y ahí está la asociación con Mancuerna y Guisante- es que ascendió tanto que tomó demasiada distancia de sí mismo...
...Tanta que al llegar a la cumbre se le ocurrió mirar bajo sus pies y no era miope, precisamente. ¿Y qué descubrió? Un colosal círculo vicioso a su alrededor de casi ilimitado diámetro. Y de la intersección salía una arista que llegaba hasta la elevada suela de su zapato. En menos de un segundo se dio cuenta de que llevaba toda su mísera vida comíendose la cola como la más genuina de las pescadillas. Jamás había sido consciente de su cojera.
Cayó de golpe y se mató, pero como estamos en Semana Santa ha resucitado con las vestiduras algo rasgadas. Cada uno es de su padre y de su madre, pero Montesco siempre ha vivido con medio pie fuera y el otro repicando a golpe de talón y punta. La escoliosis emoocional que arrastra de base se ha corregido con el batacazo. Ha convocado una reunión urgente, un gabinete de crisis. Delante de su espejo se ha comprometido a decidir. El vapor esta vez, parece, no le ha nublado...
*La imagen pertenece a El Principito (Antoine de Saint-Exupéry). ¿Sombrero o una serpiente que se ha comido un elefante?
Salud!
...Tanta que al llegar a la cumbre se le ocurrió mirar bajo sus pies y no era miope, precisamente. ¿Y qué descubrió? Un colosal círculo vicioso a su alrededor de casi ilimitado diámetro. Y de la intersección salía una arista que llegaba hasta la elevada suela de su zapato. En menos de un segundo se dio cuenta de que llevaba toda su mísera vida comíendose la cola como la más genuina de las pescadillas. Jamás había sido consciente de su cojera.
Cayó de golpe y se mató, pero como estamos en Semana Santa ha resucitado con las vestiduras algo rasgadas. Cada uno es de su padre y de su madre, pero Montesco siempre ha vivido con medio pie fuera y el otro repicando a golpe de talón y punta. La escoliosis emoocional que arrastra de base se ha corregido con el batacazo. Ha convocado una reunión urgente, un gabinete de crisis. Delante de su espejo se ha comprometido a decidir. El vapor esta vez, parece, no le ha nublado...
*La imagen pertenece a El Principito (Antoine de Saint-Exupéry). ¿Sombrero o una serpiente que se ha comido un elefante?
Salud!
Comentarios
No me pierdo una.
Guisante
isabel