
Después decidió no dimitir y seguir adelante. Su mujer le había corneado (infidelidad reiterada) sin complejos ni censura todo lo que había querido. Lo hizo de manera tan flagrante que llamaba la atención de vecinos y personajes oníricos... todos menos él. Él sólo pensaba en seguir protestando como opositor al Gobierno de un país con nombre ajeno que se desliga de su sentido al pronunciarlo.
Pero ha decidido llevar el móvil a reparar. La garantía, ya caducada, sólo le sirve para nada. Así que el único seguro es él mismo. Y no está muy seguro de ello, pero es lo que hay. Antes de entrar en el servicio técnico (qué binomio tan estructuradamente escatológico) se santigua y ofrece toda su colaboración para devolver el alma y su contenido al roto aparato. Lleva dos días en el taller... Espero noticias pronto.
Salud!
Comentarios
Fdo.: el numero primo que te marqué
Una: Al móvil no volverán ni la mitad, porque como en la genial cita de Isa, todos seguro que son pasajeros, es lo que tiene que ande en política (y a los opositores los amigos le duran aún menos).
Dos: Dedicándose a la política... normal que no se enterara de lo de su mujer, ¿cuando se enteran los políticos de algo? Y con un poco de mala suerte su mujer todavía será mejor persona que él pese a todo.