No quiere vivir, y aunque tampoco morir, se ha empeñado en habitar en un estado de nada. Y esto qué implica. Implica pasear, comprar, leer, charlar, comer, interactuar... Pero con un matiz esencial, hacerlo con el cerebro suspendido, cerrado. Offline, como dirían en muchos círculos.
Se llama (artísticamente) Ramón Sal, tiene 30 años y es/era un empresario/inventor brillante. No figura en la revista Forbes por prescipción médica e involuntariedad propia; si no, ahí estaba, ¡el primero! En cambio, sus proezas se esconden detrás de enormes inventos y empresas que otros comandan. Bill Gates no sería nadie sin él, ni el mismísimo Carlos Slim. Y hasta aquí puedo leer. Y de Gates, para abajo... llegando al propio Amancio Ortega, más de lo mismo.
Pero ya no podía más. No por estrés ni presiones ajenas, sino porque vio en la tele un reality de unas mujeres que competían por 'hacerse' a/con un famoso, supo que como él lo estaban siguiendo millones de personas, y tomó la opción de suicidarse sin morir; de aniquilarse metafóricamente; de sacrificarse un tiempo; de permanecer a oscuras un temporada larga, al menos.
Y la mejor forma de ejecutar el plan sin llamar la atención es llevando la misma visa cotidiana, pero con el cerebro dormido. Para ello, había inventado un sistema operativo años atrás; decía que por si acaso. Estaba en algún rincón de su casa (un piso humilde , por cierto, de 60 m2 en el centro de Bilbao)...
...Dicho sistema que nunca vendió ni patentó y que ahora iba a probar y probó. El problema, me cuenta otro sistema -que me regaló en su día-, es que una pregunta que alguien ha lanzado a otro alguien en algún rincón del mundo le ha despertado de par en par: ¿Papá, quién es esa de la tele que habla así? ¿Papá, por qué no sales en la tele? Ahora, bajo presión está trabajando en 'ello', con el cerebro a todo gas.
Salud!
*La foto retrata el invento que un fontanero -un gran fontanero- me regaló para realizar una transición sin traumas entre mi mermado... sistema de tuberías.
Se llama (artísticamente) Ramón Sal, tiene 30 años y es/era un empresario/inventor brillante. No figura en la revista Forbes por prescipción médica e involuntariedad propia; si no, ahí estaba, ¡el primero! En cambio, sus proezas se esconden detrás de enormes inventos y empresas que otros comandan. Bill Gates no sería nadie sin él, ni el mismísimo Carlos Slim. Y hasta aquí puedo leer. Y de Gates, para abajo... llegando al propio Amancio Ortega, más de lo mismo.
Pero ya no podía más. No por estrés ni presiones ajenas, sino porque vio en la tele un reality de unas mujeres que competían por 'hacerse' a/con un famoso, supo que como él lo estaban siguiendo millones de personas, y tomó la opción de suicidarse sin morir; de aniquilarse metafóricamente; de sacrificarse un tiempo; de permanecer a oscuras un temporada larga, al menos.
Y la mejor forma de ejecutar el plan sin llamar la atención es llevando la misma visa cotidiana, pero con el cerebro dormido. Para ello, había inventado un sistema operativo años atrás; decía que por si acaso. Estaba en algún rincón de su casa (un piso humilde , por cierto, de 60 m2 en el centro de Bilbao)...
...Dicho sistema que nunca vendió ni patentó y que ahora iba a probar y probó. El problema, me cuenta otro sistema -que me regaló en su día-, es que una pregunta que alguien ha lanzado a otro alguien en algún rincón del mundo le ha despertado de par en par: ¿Papá, quién es esa de la tele que habla así? ¿Papá, por qué no sales en la tele? Ahora, bajo presión está trabajando en 'ello', con el cerebro a todo gas.
Salud!
*La foto retrata el invento que un fontanero -un gran fontanero- me regaló para realizar una transición sin traumas entre mi mermado... sistema de tuberías.
Comentarios
Y qué gran descripción de esa especie de anestesia vital, ese estar pero no estar que de pronto puede desaparecer con un pellizco, un arañazo o una chispa.
Ya que lo comentas, yo también vuelvo a tener el sistema opinativo reiniciado despues de las 'palabras para julia' del otro dia.
isa