El accidente ha ocurrido después de que la ambulancia se saltara el semáforo sin avisar. Justo en el mismo instante en el que un cura se arrepentía de pecados propios y ajenos; coincidiendo con el momento en el que un cliente devolvía un pantalón con lamparones en una tienda de Serrano... A pocos metros del escenario de una ruptura vecinal entre dos porteros tras un malentendido absurdo.
En el accidente se vio implicado un motorista y una chica de unos cuarenta y pocos. Los dos están ahora mismo juntos en la UCI. Un testigo directo me lo ha contado todo de manera indirecta; primero geolocalizando el suceso y etiquetándolo después en Foursquare. 'Leyendo' lo sucedido, me he puesto en contacto con ella, amiga de la accidentada de cuarenta y pocos, que ocupaba el lugar del copiloto.
Él, refiríendose al motorista, leyó lo que ella escribió en su Iphone mientras el semáforo estaba en rojo. Estaba enviando un correo de urgencia a su recién abandonado amante de siempre. Le decía que había mentido cuando le dejó. Sí que te quiero, pero no te quiero querer más. Es mentira. Te quiero querer más y mucho más, escribía en mayúsculas. Mayúsculo y 'sin querer' fue la envestida del motorista después de que ella le diera a enviar.
No, el motorista no era él. Pero seguramente también tendría algún quiero y no puedo guardado en el casco; ahora roto. Los dos acaban de morir. Parece que no han superado los cambios de dirección.
En el accidente se vio implicado un motorista y una chica de unos cuarenta y pocos. Los dos están ahora mismo juntos en la UCI. Un testigo directo me lo ha contado todo de manera indirecta; primero geolocalizando el suceso y etiquetándolo después en Foursquare. 'Leyendo' lo sucedido, me he puesto en contacto con ella, amiga de la accidentada de cuarenta y pocos, que ocupaba el lugar del copiloto.
Él, refiríendose al motorista, leyó lo que ella escribió en su Iphone mientras el semáforo estaba en rojo. Estaba enviando un correo de urgencia a su recién abandonado amante de siempre. Le decía que había mentido cuando le dejó. Sí que te quiero, pero no te quiero querer más. Es mentira. Te quiero querer más y mucho más, escribía en mayúsculas. Mayúsculo y 'sin querer' fue la envestida del motorista después de que ella le diera a enviar.
No, el motorista no era él. Pero seguramente también tendría algún quiero y no puedo guardado en el casco; ahora roto. Los dos acaban de morir. Parece que no han superado los cambios de dirección.
Comentarios
Un cinturón de seguridad, el casco, las llaves, la cartera, el movil .... lo pierdes todo junto con el sentido, al menos hay que conservar la dirección.
Pasa lo mismo con los "quiero y no puedo" que ocurren demasiado tarde o demasiado pronto, pero nunca en su debido momento...
despues un arrepentimiento que llega...tarde
No me lo esperaba, así que me quedo un poco tocada aunque viva y eso si, con unas cuantas pinceladas certeras en el bolsillo que he robado tras el impacto. isa