Dicen que si Ernesto Yuko pierde el control, pierde el control. Lo aseguran quienes le conocen, y extrapolan su teoría al resto de la humanidad: Quien tiene un perfil como Yuko padece una pérdida irrevocable de control al perder el control.
Por partes: El perfil de Ernesto consiste, en resumidas cuentas, en ser hermético y fiel tanto en el cumplimiento de las normas de familia como en las adquiridas; sin pasar por una reconstrucción personal, previa aniquilación de estructuras. Lo que significa que construye, sobre suelo mojado y mohíno, toda una vida a base de tener control sobre todo; sin concesiones ni fisuras.
La pérdida de control en un personaje como Yuko es, obviamente, un polvorín. Esos que aseguran conocerle le hicieron una prueba, sin que él diera su permiso. Le inyectaron una pequeña dosis de Desinhibidor Fortex. La justa para que uno se relaje. Pero el efecto fue relajación y pérdida absoluta del control: insultos, pataletas, recriminaciones, autolesiones, canciones de Juan y Junior, temblores, sudores ásperos...
Pero la pérdida de control para los miembros de ese grupo que se etiqueta como "los que le conocen", no tiene el mismo efecto. El propio Yuko, sin que ellos se enteraran, les inoculó idéntica sustancia con un poco de mala hostia; ya totalmente fuera de sí. El resultado consistió en que perdieron el control, pero ganaron en confianza, la suficiente para no volver a extrapolar teorías. Al final, cada uno se extrapoló a su casa a zurcir fórmulas.
Salud!
PD.: Yuko, ha decidido teorizar sobre el condicional simple o pospretérito del verbo Inocular.
Por partes: El perfil de Ernesto consiste, en resumidas cuentas, en ser hermético y fiel tanto en el cumplimiento de las normas de familia como en las adquiridas; sin pasar por una reconstrucción personal, previa aniquilación de estructuras. Lo que significa que construye, sobre suelo mojado y mohíno, toda una vida a base de tener control sobre todo; sin concesiones ni fisuras.
La pérdida de control en un personaje como Yuko es, obviamente, un polvorín. Esos que aseguran conocerle le hicieron una prueba, sin que él diera su permiso. Le inyectaron una pequeña dosis de Desinhibidor Fortex. La justa para que uno se relaje. Pero el efecto fue relajación y pérdida absoluta del control: insultos, pataletas, recriminaciones, autolesiones, canciones de Juan y Junior, temblores, sudores ásperos...
Pero la pérdida de control para los miembros de ese grupo que se etiqueta como "los que le conocen", no tiene el mismo efecto. El propio Yuko, sin que ellos se enteraran, les inoculó idéntica sustancia con un poco de mala hostia; ya totalmente fuera de sí. El resultado consistió en que perdieron el control, pero ganaron en confianza, la suficiente para no volver a extrapolar teorías. Al final, cada uno se extrapoló a su casa a zurcir fórmulas.
Salud!
PD.: Yuko, ha decidido teorizar sobre el condicional simple o pospretérito del verbo Inocular.
Comentarios
Eso si, conviene perderlo cerca para poder encontrarlo de nuevo antes de que las fisuras se conviertan en grietas irreparables. isa
Como siempre me llevo algo… “suelo mojado y mohíno” , genial!.
1º ¿Control? Memeces (Rosendo Mercado)
2º Comer Mierda de forma sistemática termina produciendo vómitos.
3º A quien se meta en vidas ajenas, hazle probar su medicina sin compasión y a la cara.