
Mientras me iba por donde nunca había venido, es decir, pensando en 'lo suyo' (tratando de huir de 'lo mío', que ya me agotaba por reiterativo) un tipo me dio el alto. Lo acepté y me encontré, a unos metros del punto de partida de este post, con Perdro Venezuela (40 años, ojeras, 2m de estatura, rudo, cara larga, tórax corto, dos dedos por mano y un sobre asomado desde la chaqueta). Llévatelo y cuando lo leas me cuentas.
Y por cierto, susurra: Lo que te ha delatado ha sido que no estabas solo... Mira, gírate sutilmente como si fueras a observar el ático que tienes encima. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré a un minúsculo Casimiro siguíendome desde la distancia. Abrí el sobre, no había nasa. Lo sacudí, ansioso, y cayó un recorte de DinA4 que no calló, porque decía con cuerpo 8 de tipo "Arial Black": Sigue pensando en lo suyo. Me reí, pensé ¡Qué cabrón! Y volví... pero por donde había venido Casimiro y empecé a seguirle.
*La imagen: calle Amparo con... La Casa Encendida. Septiembre 2009
Comentarios
P.D: me quedo con ese gran “me dio el alto. Lo acepté”.
Y propongo escribir un cuento con dar el alto, dar el alta, dar el bajo y dar la baja, a ver que sale. Estrujando el habla a veces gotea poesía.