He necesitado dos días para digerir la imagen más traída en la portada de los periódicos del martes. Berlusconi, sí, hablo de Silvio. ¿Pero es que estamos locos? ¿De verdad en Italia no hay un proyecto decente en el centro izquierda? ¿Realmente Berlusconi es la alternativa política? No sé de qué me extraño… La realidad es la realidad y los Putin, Mugabe, Bush, Chávez, Jintao y Cía. son una estirpe difícil de asumir, pero existente y dominante al fin y al cabo.
Arrimándome a lo local… Pase que Antonio Burgos opine como opina sobre los nuevos nombramientos de Zapatero (las modistillas...) Al fin y al cabo cobra por ser como es y decir lo que escribe. Pero que el que va a ser investido –si la cordura humana no lo impide- premier italiano se refiera al Gobierno socialista como un Gabinete “demasiado rosa”… Hasta la propia Esperanza Aguirre se ha pronunciado con un contundente: “Éste es el siglo de las mujeres (…). Una de las mejores cosas que ha hecho Zapatero es haber incluido tantas mujeres en su Ejecutivo”.Más allá de la dentera o grima que pueda producir este personaje sólo por su aspecto (en esto no entro pues salta a la vista lo que pretende parecer), Berlusconi es un político capaz de aconsejar a una joven con trabajo precario que para salir de esa situación se case con un millonario. El mismo que habla de traerse a Ronaldinho al Milán en tiempos electorales… ¡Para que luego hablen de separar política y fútbol! Y el mismo que antes de hablar del rosa Gobierno ZP, asegura que cerrará “las fronteras del país” y establecerá “más campos [de detención] para identificar a los extranjeros sin empleo; y comenzará a devolver “a sus países a los inmigrantes extracomunitarios de los países del Adriático y el Mediterráneo". Ese es Berlusconi.
Me voy a ver Mediterráneo (Gabriele Salvatores, 1991). ¡Hasta mañana!
*La imagen inferior pertenece a Irreverendos. Un blog imprescindible, gamberro, anárquico, caótico e inteligentemente ilustrado con reflexiones, actualidad, viñetas y mucho más.
Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba. El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai
Comentarios
Ah! y no me gusta el insulto de la foto. No deja de ser un político elegido democráticamente. (Tengo argumentos para defender lo de mafioso o lo de payaso. No son insultos.)
Pero vamos, subrayo y comento con mis compañeros tu comentario.
Un saludo.
Lo dicho, gracias de nuevo, Daniel, y mi sincera enhorabuena por tu trabajo...
En cuanto a "Anónimo" que pregunta sobre si existe un insulto difícil... Te contesto: Sí. No sé si difícil o fácil son las expresiones más correctas, pero si se puede descalificar a alguien dialécticamente de un modo más o menos elaborado. Un ejemplo lo tienes en el comentario de Enrique Bonet. Que lejos de 'dibujar' una foto con corta y pega de "gilipollas" ofrece un trabajo detrás que resulta, más que un insulto, una caricatura de Berlusconi.
Y añado, a veces un eufemismo puede doler más que el propio calificativo que encierra.
Gracias.