
Jamás se verán en Roma, nunca volverán a compartir frases ni enemistades postuladas, ni mucho menos amor propio. Pero sí sabrán que no hay manera de hacer las cosas bien. También quedarán a altas horas de la noche para verse en sueños/pesadillas involuntarias y tomar copas llenas de recuerdos destilados; y servidas a 16 grados. Y después seguirán haciendo lo que mejor saben hacer, despedirse una y otra vez. Lo de pasar más allá del vestíbulo son palabras mayores. Todo un trago sin brindis entre Fernanda y Carlota.
* Imagen procedente de 100KM
Comentarios
"Relaciones escabrosas y enemistades compartidas" .... ¡vaya trago!