-Cuenta hasta 10 con los ojos cerrados... No, no, mejor hasta 50... Después te das la vuelta y verás la sorpresa. Pero no abras los ojos, eh, no me obligues a vendártelos.
-Vale. 1, 2, 3...
-... 48, 49 y... ¡¡50, voy!!
Cuando Eduardo se dio la vuelta, Raúl se había ido para siempre. Y detrás de él no había ni huella, ni estela, ni una maldita pista que seguir. Por no haber, no había ni palabras 'a boli sobre post-it amarillo'. Con los mecanismos de defensa y protección a pleno rendimiento, Eduardo tardó en reventar a llorar por la escapada de su amigo del alma.
Le había caído la 'Nota fría'. Así llamaban en su pueblo (en sentido figurado) a los abandonos sin explicación adjunta. Un fenómeno que cae como el más hostil de los chaparrones y que provoca sequía lagrimal posterior. Una semana estuvo llorando sin parar Eduardo. Él y Raúl llevaban 10 años compartiendo piso y aventuras (noviazgos fugaces, primeros trabajos previas prácticas, primeros auxilios etílicos, etc...).
¿Qué había pasado? ¿Cuál era el motivo de tan cruel despedida? Eduardo, después de 5 años desde aquello vive solo y sólo deja entrar en casa a personas miopes; ha cogido rechazo espontáneo a la gente que ve bien de lejos. Pero hace un rato ha ocurrido algo extraño. Ha encendido la tele y en un canal extraterrestre digital ha visto a Raúl delante de un panel de Isobaras... Hablando del tiempo.
-¡Qué ironía! Comenta Raúl. Desde lejos se ven venir las tormentas. Mañana más... que de aquí, no me muevo.
-Vale. 1, 2, 3...
-... 48, 49 y... ¡¡50, voy!!
Cuando Eduardo se dio la vuelta, Raúl se había ido para siempre. Y detrás de él no había ni huella, ni estela, ni una maldita pista que seguir. Por no haber, no había ni palabras 'a boli sobre post-it amarillo'. Con los mecanismos de defensa y protección a pleno rendimiento, Eduardo tardó en reventar a llorar por la escapada de su amigo del alma.
Le había caído la 'Nota fría'. Así llamaban en su pueblo (en sentido figurado) a los abandonos sin explicación adjunta. Un fenómeno que cae como el más hostil de los chaparrones y que provoca sequía lagrimal posterior. Una semana estuvo llorando sin parar Eduardo. Él y Raúl llevaban 10 años compartiendo piso y aventuras (noviazgos fugaces, primeros trabajos previas prácticas, primeros auxilios etílicos, etc...).
¿Qué había pasado? ¿Cuál era el motivo de tan cruel despedida? Eduardo, después de 5 años desde aquello vive solo y sólo deja entrar en casa a personas miopes; ha cogido rechazo espontáneo a la gente que ve bien de lejos. Pero hace un rato ha ocurrido algo extraño. Ha encendido la tele y en un canal extraterrestre digital ha visto a Raúl delante de un panel de Isobaras... Hablando del tiempo.
-¡Qué ironía! Comenta Raúl. Desde lejos se ven venir las tormentas. Mañana más... que de aquí, no me muevo.
-¡Qué cinismo! Contesta Eduardo, que sin mediar paraguas apaga la tele.
Comentarios
Genial.
A mi es que el tiempo me afecta muchísimo.