Se ha pasado la noche dando vueltas, a la cabeza y girando sobre sí mismo. Nunca pensó que una película pudiera dejarle tan tocado. La película en sí se titula Última salida Brooklyn (Uli Edel, 1989), y fue uno de los filmes que más influyó a Darren Aronofsky a la hora de dirigir Réquiem por un sueño (2000) . Miserias, bajos fondos, abandono, soledad, violaciones, familias desarraigadas, la muerte siempre presente… supervivencia.
Manu es un tipo práctico, presume de no perder el tiempo en comerse la cabeza inútilmente. Pero esta noche no ha podido con los movimientos internos de tierra. La crisis, la crisis, la crisis. Un banco (Lehman Brothers) ha chapado (y parece que no va a ser el único) y los estornudos de Manu empiezan a sincronizarse con sus pesadillas nocturnas. No gana poco, pero tiene un contrato poco estable. No tiene padres y la relación con su pareja se tambalea. Sus amigos… No tiene amigos.
Yo le conozco porque solemos coincidir en la charcutería y mientras llega el turno, los temas futboleros siempre unen y suelen llevar a otras conversaciones. Pero no somos amigos. Doña Remedios ha comprado choped para toda su tropa e ibéricos para aburrir. En el sopor de la espera, Manu me ha hablado de su noche. Se habrá sentido en confianza, porque un día, tras un partido del atleti (de esos clásicos en sufrir hasta el último minuto), le conté mi sueño posterior.
Ha sacado su dinero del banco, se ha comprado un libro de autoayuda y muchos yogures. Dice que es posible que, como el colesterol, haya dejado ‘para el final’ algunos asuntos que nunca ha encarado. Lo dice el manual de primeros auxilios psicológicos.
¡Cuarto de pavo bajo en sal, por favor!
Manu es un tipo práctico, presume de no perder el tiempo en comerse la cabeza inútilmente. Pero esta noche no ha podido con los movimientos internos de tierra. La crisis, la crisis, la crisis. Un banco (Lehman Brothers) ha chapado (y parece que no va a ser el único) y los estornudos de Manu empiezan a sincronizarse con sus pesadillas nocturnas. No gana poco, pero tiene un contrato poco estable. No tiene padres y la relación con su pareja se tambalea. Sus amigos… No tiene amigos.
Yo le conozco porque solemos coincidir en la charcutería y mientras llega el turno, los temas futboleros siempre unen y suelen llevar a otras conversaciones. Pero no somos amigos. Doña Remedios ha comprado choped para toda su tropa e ibéricos para aburrir. En el sopor de la espera, Manu me ha hablado de su noche. Se habrá sentido en confianza, porque un día, tras un partido del atleti (de esos clásicos en sufrir hasta el último minuto), le conté mi sueño posterior.
Ha sacado su dinero del banco, se ha comprado un libro de autoayuda y muchos yogures. Dice que es posible que, como el colesterol, haya dejado ‘para el final’ algunos asuntos que nunca ha encarado. Lo dice el manual de primeros auxilios psicológicos.
¡Cuarto de pavo bajo en sal, por favor!
Comentarios
Es un artículo muy interesante: "La otra desaceleración" recomienda la reflexión, la maduración para poner el tiempo a nuestro favor.
Es un artículo muy interesante: "La otra desaceleración" recomienda la reflexión, la maduración para poner el tiempo a nuestro favor.