Javi tiene un problema. Siempre ha querido tener un perro, pero no puede porque es áltamente alérgico. No conforme con su condición, se compró una correa. Le gusta mucho la parafernalia canina. Además, cuando pasea con una correa que acaba en el suelo la gente que pasa por la acera contraria no sabe que no lleva perro; o sea que tiene –de cara a ellos- coartada para hablar con su animal sin que parezca extraño. No ocurre así con los que vienen de frente o por detrás… En esta ocasión finge que ha soltado a su mascota y que la está buscando.
Lo hace con mucha soltura, pero la gente del barrio ya empieza a preguntarse dónde está el perro de Javi. ¿Alguien lo conoce?
Pero el problema al que me refiero es que ahora está encaprichado con un casco de moto. No un casco cualquiera, no. Es uno de esos que venden en tiendas de moda tipo retro. Como os imaginaréis, no tiene moto. Le dan miedo. Se lo ha comprado y ahora pasea protegido por el casco retro y con la correa arrastrada por el suelo. Es un crak.
Lo hace con mucha soltura, pero la gente del barrio ya empieza a preguntarse dónde está el perro de Javi. ¿Alguien lo conoce?
Pero el problema al que me refiero es que ahora está encaprichado con un casco de moto. No un casco cualquiera, no. Es uno de esos que venden en tiendas de moda tipo retro. Como os imaginaréis, no tiene moto. Le dan miedo. Se lo ha comprado y ahora pasea protegido por el casco retro y con la correa arrastrada por el suelo. Es un crak.
Comentarios
Por cierto Buñuel fue el inventor en el cine de la elipsis sonora: terminando una escena se oían campanas que pertenecían ya a la escena siguiente.
Enhorabuena por ese blog
Lo dicho, gracias por tu aportación.
En la calle Gran Vía, en hora punta, a montones. Te lo digo yo ...
;)
Un saludo, H
Evaladefil