No se separa de su vespa. Primero, por devoción y segundo por trabajo (es mensajero). Como ocurre en Caro Diario (Nanni Moretti), los días de Ernesto son como un largísimo y rico plano secuencia. Reparte y observa, conduce y saborea. Trata de no perderse un solo detalle. No sé muy bien qué, pero algo duro vivió (y/o sufrió) en algún momento que le hizo tomarse todo de otra forma. Una pérdida, una dura enfermedad, un fuerte golpe... quién sabe. Vive cerca de Villafausto en una gran localidad, le encanta el Ska, los aguacates y el Soul. Algunos le llaman scooter boy (algo así como una mezcla estética entre mod y skinhead), y a él no le parece mal.
Disfruta comentando en los blogs, aunque lo hace como anónimo. Me pide que no desvele su seudónimo. Ayer me dijo que había organizado un grandísimo debate bajo un post que hablaba sobre la llegada e implantación en nuestra sociedad de las nuevas tecnologías. Un bloguero escribía sobre un amigo que no soportó los avances y huyó en su día de su ciudad, pero hoy ya está conectado. Ernesto comentó que "a veces parece que vamos para atrás en lugar de ‘pa’lante’ a medida que incorporamos nuevas herramientas". Otro usuario le contestó pronto, el bloguero también. No hubo muchos más, pero entre ellos y dos usuarias más estuvieron debatiendo hasta las tantas.
Matices, rectificaciones... se escucharon, se leyeron bien entre ellos. Al parecer se han quedado con los contactos y son buenos amigos. Uno vive en Montain View (USA), ella en Galicia, otro en Guadalajara (México) y Ernesto cerca de Villafausto. Dice que lo que más le atraería sería juntarse con muchos más. Han decidido publicar un blog, pero aún no sé de qué. Mientras tanto, siguen comentando bajo los post que más les llaman la atención. Los caminos de la blogosfera son insospechados.
Dedicado a: Anónimo 1, Anónimo 2, Capitán Garfio, Hache, Luís, Jesús, La Zapateta, Silvia M y los que vengan. Gracias.
PD.: Capitán, por favor, recuérdame la dirección de tu blog.
Disfruta comentando en los blogs, aunque lo hace como anónimo. Me pide que no desvele su seudónimo. Ayer me dijo que había organizado un grandísimo debate bajo un post que hablaba sobre la llegada e implantación en nuestra sociedad de las nuevas tecnologías. Un bloguero escribía sobre un amigo que no soportó los avances y huyó en su día de su ciudad, pero hoy ya está conectado. Ernesto comentó que "a veces parece que vamos para atrás en lugar de ‘pa’lante’ a medida que incorporamos nuevas herramientas". Otro usuario le contestó pronto, el bloguero también. No hubo muchos más, pero entre ellos y dos usuarias más estuvieron debatiendo hasta las tantas.
Matices, rectificaciones... se escucharon, se leyeron bien entre ellos. Al parecer se han quedado con los contactos y son buenos amigos. Uno vive en Montain View (USA), ella en Galicia, otro en Guadalajara (México) y Ernesto cerca de Villafausto. Dice que lo que más le atraería sería juntarse con muchos más. Han decidido publicar un blog, pero aún no sé de qué. Mientras tanto, siguen comentando bajo los post que más les llaman la atención. Los caminos de la blogosfera son insospechados.
Dedicado a: Anónimo 1, Anónimo 2, Capitán Garfio, Hache, Luís, Jesús, La Zapateta, Silvia M y los que vengan. Gracias.
PD.: Capitán, por favor, recuérdame la dirección de tu blog.
Comentarios
No soy de los que piensan que el hombre es malo por naturaleza. Creo que tiene su ritmo de evolución. Muy lento, y en el camino se cometen errores de colosal tamaño. Pero, aunque lento y desigual, crecemos todos juntos.
Para mí, la clave está en ponernos en la piel del otro. No se trata de un tópico, no. Es un ejercicio dificilísimo que requiere un revisar y cuestionar lo que hay bajo nuestra propia piel. Y aquí está lo chungo. Porque no todo el mundo es capaz de hacerlo; e incluso los que lo hacen, tienen que vencer las tentaciones de retirarse de la tarea.
Antes, compartir ideas, debatir y escuchar con amplitud de miras, se hacía con amigos, compañeros de trabajo y los políticos en sus espacios ad hoc. Ahora, internet, las redes sociales y la santa blogosfera nos dan la oportunidad de mirar para dentro y más allá de nuestro ombligo.
Pero no todo es consumir información. Sino gestionar y administrar con sosiego y sentido común lo que descubrimos cada día. y al final: escuchar, compartir, comentar y solucionar. Y como decía aquel: actuar en lo local... que hoy en día ya no se reduce a nuestro barrio ni a la familia, sino se amplía gracias a tu "localidad" de internet.
Abrazo
Daniel, lo que dijiste sobre "escuchar, compartir, comentar y solucionar" resume muy bién la función de la red social.
Saludos.