
Como muchos periodistas digitales sabrán (los que se hayan quedado en paro en esta etapa y los que no) por falta de medios y tiempo apenas podíamos 'salir a la calle' con micro o libreta en mano a tirar preguntas, así que el correo electrónico o el teléfono eran nuestra salvación... De este modo tuve el placer de 'charlar', entre otros -y entre 2001 y 2003-, a tres Fernandos como Meirelles (Ciudad de Dios), Colomo y Savater; y además: Guillermo Fesser, Ángeles González-Sinde, Forges, Los Tigres del Norte, y... Richard Stallman.
La catarsis consiste en darme cuenta de que estos 6 últimos años se han pasado como si fueran 3 meses; en ser consciente de que el tiempo pasa (jodida y bendita perogrullada); y en descubrir que se puede si quieres y cuela, vivir toda la vida dando conferencias con un mismo discurso. ¿Por qué digo esto? Porque el señor Stallman, visionario donde los haya (sin ironía lo digo), sigue con el mismo manifiesto de los años 80; con el que por cierto estoy totalmente de acuerdo: La libertad es tener el control de tu propia vida; el poder es controlar la vida de los demás; hay software libre y software privativo; yo he construído un programa para aplicar este concepto de libertad.
Precioso, como El miedo a la libertad (E. Fromm), pero ¿por qué ese programa no llega al iniciado, el que va a una tienda y sólo le venden Windows vista? Le pregunto ¿Qué recomienda a la gente no erudita para pasarse al software libre sin traumas? y me contesta: Que pregunten a expertos, que hay muchos y están dispuestos a compartir sus conocimientos. Fantástico.
A pesar de todo el tipo tiene gracia, habla muy bien español, se expresa que da gusto, sienta cátedra como el que más y es muy vacilón. Recomendable, por cierto, es este memorable vídeo, y cuidado que se pega la canción:
Como decía, el resultado: esta noche.
*La foto es de Mariluz Congosto.
Comentarios
isabel
P.D: igual cambio de opinión en un rato y pongo otro comentario.
Recuerdo una conferencia de un famoso sociólogo en la que criticó duramente el desarrollo de los transportes como nocivos para el planeta, en especial el aéreo. En el coloquio alguien le preguntó cómo justificaba que hubiera llegado en avión a España desde su país. Risas...