Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba. El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai
Comentarios
Mister Vértigo, que la paz sea con vos...
Espero, desde mi zona mas adolescente, pandillera y pueril,
que no escuche ni guste del jazz
aquel que en vez de negro dice "negrito".
Buen día Dani y gracias por el recuerdo jazz-soul
Eva
-así que usted tiene 2 hijos de color, no?
-sí, pero de color negro.
Ya sé que la frase "soy negro y estoy orgulloso" tiene su sentido en ese contexto determinado y en una época, pero a mi no me gusta porque no puedo evitar sustituir el "negro" por otros hechos circunstanciales, como "blanco" o "español" y pienso que uno debe enorgullecerse de las cosas que dependen de uno mismo, no de las que nos vienen dadas. Soy negro. Punto.
Firmado: EL TURCO
Eso cantaba James Brown, un negro orgulloso de serlo :)