Ya os hablé de aquella maldia humedad -en clave de ficción- que convirtió alguna de mis paredes en la viva imagen de las caras de Bélmez; y mi vida en algún aspecto en un infierno. Bueno, el asunto quedó arreglado gracias a la recomposición de tuberías y demás interiores domésticos. Un profesional me ayudó a resolver desde dentro y la avería quedó reparada.
Pero ahora, metáforas aparte, quiero contaros una anécdota más a tiro de superficie que de fondo. Eso sí, una explanada muy musical, sobre todo, rockera. Resulta que una nueva humedad ha rebrotado en mi suelo. Lo sé porque la tarima se infla como una esponja. Llamo al seguro y comenzamos periplo de nuevo... De cero. El seguro me manda al perito.
Pero ahora, metáforas aparte, quiero contaros una anécdota más a tiro de superficie que de fondo. Eso sí, una explanada muy musical, sobre todo, rockera. Resulta que una nueva humedad ha rebrotado en mi suelo. Lo sé porque la tarima se infla como una esponja. Llamo al seguro y comenzamos periplo de nuevo... De cero. El seguro me manda al perito.
El perito hace acto de presencia, es el mismo de la otra vez. Un tipo majete y comprensivo llamado Guillermo Arroba. Además, parece que tenemos edades similares. Nos aproximamos a los 40. Tras mostrar todo su apoyo y hacer las fotos digitales pertinentes recibe una llamada... Y he aquí la anécdota. ¿Adividáis qué sonaba en su móvil? Ni más ni menos que Here comes your man de los Pixies. Genial! La humedad tiene las notas contadas, estribillo aparte. ¡¡Rock & Roll!
Comentarios
Levo una semana .... rara ....
Isa, qué forma tan genial de darle la vuelta a la vuelta. Eso sí que es hacer inventario desde una micromirada interlineada bajo tarima flotante.
Mientras tanto, yo sigo con los Pixies en la cabeza y suspenso entre la posibilidad de fuga o de fisura... Es lo que hay bajo el suelo.
Rafa
Eva