Recuerdo un capítulo de Mafalda* en el que ésta ponía en cuestión la relación entre las palomas y la Paz. Ante la bronca de Mafalda, una paloma respondía a sus dudas con un zurullo, que no de coña. Era la primera vez que me identificaba con un personaje de ficción; y no con la paloma. Por entonces yo tendría unos 11 años, Spiderman era mi héroe favorito, pero nunca le había escuchado reflexionar sobre nada... Siempre ocupado en salvar a indefensos ajenos ¡Como para reflexionar sobre sí mismo y sus contradicciones! Ayer, ya con 37, ocurrió algo similar con Fernanda Callejuela, la responsable de pulir las aristas intratables en Obra pública.
Nos cruzamos en el descanso del España - Suiza (Sudáfrica 2010). No sabría decir con certeza el lugar. Simplemente chocamos al caminar ambos cabizbajos en un mismo sentido. Al minuto siguiente estábamos hablando en el Banco 54. Allí me contó que hay aristas que son imposibles de pulir; sin embargo, ella las pule, aunque nadie vea la diferencia. Cuando alguien pasa de refilón por ciertos chaflanes diarios, o se roza con esquinas mal acabadas e incomprendidas, ese alguien no se da cuenta de que Fernanda le he evitado un rasguño.
...Y así con tantos salientes, imperfecciones y demás contradicciones de la Obra pública, ahora se empieza a cuestionar por qué decidió limar asperezas en un sentido tan profesional. Y yo, de algún modo identificado con ella, lo único que pude recomendarle es una vuelta al origen: a Mafalda. Y ella, Callejuela, me contestó que le dé una oportunidad a Spiderman, porque dice: Nunca se sabe si esa araña mitad hombre, también aprendió a limar asperezas propias con Mafalda, de ahí que pula las aristas de los demás.
*No encontré ese fragmento, pero sí el diálogo con Miguelito sobre el Mundo, sus dos mitades, y la Paz. No tiene desperidicio.
Nos cruzamos en el descanso del España - Suiza (Sudáfrica 2010). No sabría decir con certeza el lugar. Simplemente chocamos al caminar ambos cabizbajos en un mismo sentido. Al minuto siguiente estábamos hablando en el Banco 54. Allí me contó que hay aristas que son imposibles de pulir; sin embargo, ella las pule, aunque nadie vea la diferencia. Cuando alguien pasa de refilón por ciertos chaflanes diarios, o se roza con esquinas mal acabadas e incomprendidas, ese alguien no se da cuenta de que Fernanda le he evitado un rasguño.
...Y así con tantos salientes, imperfecciones y demás contradicciones de la Obra pública, ahora se empieza a cuestionar por qué decidió limar asperezas en un sentido tan profesional. Y yo, de algún modo identificado con ella, lo único que pude recomendarle es una vuelta al origen: a Mafalda. Y ella, Callejuela, me contestó que le dé una oportunidad a Spiderman, porque dice: Nunca se sabe si esa araña mitad hombre, también aprendió a limar asperezas propias con Mafalda, de ahí que pula las aristas de los demás.
*No encontré ese fragmento, pero sí el diálogo con Miguelito sobre el Mundo, sus dos mitades, y la Paz. No tiene desperidicio.
Comentarios
Pero lo bueno es que siempre hay gente capaz de ver lo invisible.
¿Chapeau!