Viene de Despistados y Despistados II
Hoy Natalio Marco se ha despertado con la idea firme de tener los pechos de Siria Hebra Chaflán entre sus manos. Y aunque no hay romanticismo en sus intenciones sí esconde sin ocultarlo un fin de salvación. Dentro de la idea en la que vive, dentro del teclado en el que descansa, Natalio ha tenido una revelación...
...Una idea más bien, procedente que alguien con apariencia de genio (que no verde, sino persona emprendedora y brillante) le ha lanzado bajo mensaje en clave: Tocando mama, mamá te salva. Palpando Hebra, tu libertad en seno siembra. Natalio que busca el proceso inverso a la sublimación, como loco, se ve más cerca de saberse materia. Quiere tomar forma... formar parte de sí mismo con carne y hueso presente.
Pero ahora tiene que dar con Siria Hebra Chaflán, quien conoce de su existencia porque le llegan noticias desde el subconsciente. Una prueba más de que una idea, como es el propio Marco en la mente de un escritor que no sabe que lo es, tiene la capacidad de desarrollarse y buscar sus propias salvaciones para llegar a materia. Cuando más claro tiene Natalio la existencia de Hebra, más se acerca a ella. Sin embargo falta un paso, un empujó que no sabe cómo recibir.
Desesperado por esta pulsión incontrolable decide desmayarse un rato sobre la "T" de su vieja Underwood. Al rato empieza a despertar. Sobresaltado con remilgo por una frotación. Es Hebra, quien, con suavidad, le está acariciando la entrepierna. Él se deja, observa, se empalma... Ella, se la saca y empieza a lamerle el glande. Natalio, en plena idea de éxtasis, consigue rescatar su intención inicial y empieza a tocarle el pecho. Se miran a los ojos, se dan las gracias y se convierten en realidad. Pero por separado.
Habrá que ver ahora dónde están y quiénes son. Esto pasa por darles ideas.
Hoy Natalio Marco se ha despertado con la idea firme de tener los pechos de Siria Hebra Chaflán entre sus manos. Y aunque no hay romanticismo en sus intenciones sí esconde sin ocultarlo un fin de salvación. Dentro de la idea en la que vive, dentro del teclado en el que descansa, Natalio ha tenido una revelación...
...Una idea más bien, procedente que alguien con apariencia de genio (que no verde, sino persona emprendedora y brillante) le ha lanzado bajo mensaje en clave: Tocando mama, mamá te salva. Palpando Hebra, tu libertad en seno siembra. Natalio que busca el proceso inverso a la sublimación, como loco, se ve más cerca de saberse materia. Quiere tomar forma... formar parte de sí mismo con carne y hueso presente.
Pero ahora tiene que dar con Siria Hebra Chaflán, quien conoce de su existencia porque le llegan noticias desde el subconsciente. Una prueba más de que una idea, como es el propio Marco en la mente de un escritor que no sabe que lo es, tiene la capacidad de desarrollarse y buscar sus propias salvaciones para llegar a materia. Cuando más claro tiene Natalio la existencia de Hebra, más se acerca a ella. Sin embargo falta un paso, un empujó que no sabe cómo recibir.
Desesperado por esta pulsión incontrolable decide desmayarse un rato sobre la "T" de su vieja Underwood. Al rato empieza a despertar. Sobresaltado con remilgo por una frotación. Es Hebra, quien, con suavidad, le está acariciando la entrepierna. Él se deja, observa, se empalma... Ella, se la saca y empieza a lamerle el glande. Natalio, en plena idea de éxtasis, consigue rescatar su intención inicial y empieza a tocarle el pecho. Se miran a los ojos, se dan las gracias y se convierten en realidad. Pero por separado.
Habrá que ver ahora dónde están y quiénes son. Esto pasa por darles ideas.
Comentarios
Y al escritor que no sabe que lo es, ya se lo digo yo: lo es. Y si no lo es, lo parece muchísimo.