
Se acuerda de su primer sueño, pero se ha olvidado de soñar y cuando tiene una pesadilla se siente mejor que cuando sufría por un sueño inalcanzado. Se fue de casa sin emanciparse, sin salir por la puerta. Llenó su maleta con extractos, pero con ningún capítulo cerrado. Nunca lee un libro, sólo la primera página y el final, pero recuerda todas las dedicatorias. Con 41 vivió la fase anal. Se ha hecho transgresora, polivalente y experta en poco. Descubrió entonces que efectivamente una gota de Fairy vale más que mil gotas baratas.
Con 23 años habló de más; pero menos de lo que tenía que haber dicho. Supo saber qué hacer cuando ya no quedaba nada por completar. Compró su primer perfume original con 34, el mismo día que logró emborracharse sin problemas. Y hoy ha decidido que no se desfasa más. Está hasta el moño de quedar desincronizada de todo sin querer. Dicho y hecho, Martina Gutiérrez Porqué ha cogido la maroma por las hebras y ha empezado a tirar con fuerza, mientras empuja una mesa de 90 x 90 con lo mejor de sí misma. El florero de encima se tambalea, pero ella sigue a lo suyo hasta qua al final consigue que todo le cuadre. ¡Feliz 42 cumpleaños, Martina!
Comentarios
No soy Martina, pero aún así me llevo alguna cosa que he encontrado perdiéndome en este mar de coherentes paradojas.