Cuando me dijo que se ganaba la vida ganándose a la vida, no entendí nada. Tampoco cuando me contó que al ganarse a la vida ya lo tenía todo hecho. Pero le fui entendiendo a medida que no paraba de llover. La tormenta nos había condenado a no movernos de aquella vieja gasolinera protegida con un pequeño paraguas de hormigón armado; y perdida entre kilómetros olvidados de una carretera secundaria. Él, Sereno Fornido, "súper 98" y yo, "diésel e-plus". Combustibles diferentes para un mismo suelo mojado.
La vida no me ha regalado nada. No le debo nada, pero a la vida, ahora, me la follo. Porque está loca por mí. Me quiere, me adora... la excito sólo con pasearme por ella. Por respetarla, por darle placer. Antes me odiaba, ahora no puede vivir sin mi.
¿Pero de qué vives, a qué te dedicas?
Estoy muerto, así que sólo vivo. No tengo necesidades. La vida me mató, por eso no le debo nada. Ella se siente culpable conmigo y yo me aprovecho de su sentido de culpa. Me salen alas, como a un pavo real y cuentos que ella quiere escuchar. Está rendida a mí. Tengo más vida que ella, aunque no corra ni un riachuelo de sangre por mis venas.
Es una metáfora ¿No?
La vida lo es. En concreto es una metáfora de la muerte. Yo soy un fiambre Sereno y Fornido. Permíteme el chiste.
No lo pillo...
A mí me pilló en mitad de un arcén y me mató. Da igual ¿Sabes? Mira ya ha dejado de llover. Puedes irte.
¿Y tú?
Yo me quedo. No puedo salir del diámetro de hormigón. Si otro día pasas por aquí, charlamos.
Ahora, que acabo de aparcar, no sé si he terminado de estacionar lo sucedido. Pero os dejo la conversación en este post... De memoria, porque me falló la grabadora.
La vida no me ha regalado nada. No le debo nada, pero a la vida, ahora, me la follo. Porque está loca por mí. Me quiere, me adora... la excito sólo con pasearme por ella. Por respetarla, por darle placer. Antes me odiaba, ahora no puede vivir sin mi.
¿Pero de qué vives, a qué te dedicas?
Estoy muerto, así que sólo vivo. No tengo necesidades. La vida me mató, por eso no le debo nada. Ella se siente culpable conmigo y yo me aprovecho de su sentido de culpa. Me salen alas, como a un pavo real y cuentos que ella quiere escuchar. Está rendida a mí. Tengo más vida que ella, aunque no corra ni un riachuelo de sangre por mis venas.
Es una metáfora ¿No?
La vida lo es. En concreto es una metáfora de la muerte. Yo soy un fiambre Sereno y Fornido. Permíteme el chiste.
No lo pillo...
A mí me pilló en mitad de un arcén y me mató. Da igual ¿Sabes? Mira ya ha dejado de llover. Puedes irte.
¿Y tú?
Yo me quedo. No puedo salir del diámetro de hormigón. Si otro día pasas por aquí, charlamos.
Ahora, que acabo de aparcar, no sé si he terminado de estacionar lo sucedido. Pero os dejo la conversación en este post... De memoria, porque me falló la grabadora.
Comentarios
Yo también me quedo, me he sumergido un poco más de lo habitual, no me extraña que la grabadora se parese, yo haría lo mismo ....
Hoy el post me huele a gasolina y me sabe a poco. Pero me sabe.
Juana, lo de la metáfora vida-muerte me lo dijo alguien mientras soñaba despierto. Y claro, paré de grabar.
grp, me alegro de que te sepa, gracias! Ya estoy esperando el próximo chaparrón.