Y tras el calzoncillo hallado fuera de contexto y posteado ayer, me veo en la obligación de reportar un asunto que podría traer cola: El cortador de Talones de Aquiles. Actúa en el súper, el que sea; grande o de barrio, con mendigo en la puerta o sin él, con menaje del hogar u ofertas de bollería veraniega... Nadie le ha visto. Las víctimas de pronto notan un escozor en sus talones, se miran y descubren que están sangrando... o tienen un molesto rasguño, normalmente en el pie izquierdo. Sólo la frutera Rosa Sustancia de Alcampo, vio a un sospechoso hacer "algo extraño" por el suelo... En ocasiones, no hiere sino que se limita a pegar un adhesivo con la cara de Jiménez Losantos también el talón.
Es un caso extraño. Y como el efecto es retardado hace más difícil pillarle en acción. Las preguntas son: ¿Cuál es su objetivo? ¿Qué quiere comunicar a los consumidores con sus actos? ¿Por qué el Talón de Aquiles? ¿Por qué un ligero corte y no un tajo? ¿Por qué indulta a algunos con la cara de Jiménez Losantos? ¿Se ha basado en alguna película? ¿Qué consume en sus ratos libres? ¿En qué trabaja? ¿Cómo decorará su casa?
Recientemente, un consumidor llamado Martínez Trazado llevaba un carrito con poco lustre, casi a juego con su personalidad, una de las ruedas no giraba bien y se agachó para arrancar un precio pegadizo de la rueda tullida. Entonces se encontró al Cortador de Talones de Aquiles frente a él. Sin poder frenar, por el impulso que llevaba y Martínez inmóvil por la sorpresa ante lo que se le venía encima, se produjo la colisión. El resultado: Jiménez Losantos adherido a la boca de Martínez y el Cortador... huído.
Esto no ha hecho más que empezar.
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Comentarios
Ah! y ni idea de cómo decora su casa.
ANÓNIMO DE TOLEDO