Después de volver a ver los tres primeros capítulos de Star Wars me dan ganas de volver al sistema Dagobah; a la caverna por la que pasó Luke Skywalker antes de enfrentarse a su padre (carcomido por el lado oscuro de la fuerza). Esto ocurre en El Imperio Contraataca*. No es plato de buen gusto atravesar un pasadizo lleno de símbolos de pánico, temores, culebras… y pisando tierra poco firme; por el contrario, como te descuides te hundes. Sin embargo, no viene mal saber de qué vas, por dónde vas y quién eres. Para eso hay que empaparse, mojarse y reírte de lo más miserable que encuentres. Dentro y fuera del “gris”.
¿Que por qué suelto esta parrafada? Ni idea, igual porque es dos de septiembre. Puede que por la edad. Es posible que la incertidumbre del futuro. Quién sabe si porque me apetece tomarme una mirinda. Podría ser por la influencia de Casimiro. ¿O por un exceso de auto-explotación sincronizada? ¿Y si resulta que tengo que pasar por la caverna y deshojarme la cabeza para encontrar una respuesta que ni el maestro Joda puede darme? Ni idea.
¡Salud y que el sentido común nos acompañe!
*El maestro Joda, maestro entre los maestros Jedi, está completando el entrenamiento de Luke para que se convierta en caballero Jedi. Una de las pruebas que tiene que pasar es atravesar una caverna tenebrosa. Joda le dice que no va a necesitar sus armas porque ahí sólo se va a encontrar con sus… demonios. Hace caso omiso y se mete entre rocas, lianas y musgo a oscuras. A mitad del recorrido se encuentra con Darth Vader. El que aún no sabe que es su verdadero padre; el que un día fuera seducido por el lado oscuro de la fuerza impulsado por el miedo y el odio. Ambos empuñan el sable láser y Luke le corta la cabeza, cuando el casco cae al suelo húmedo y viscoso descubre que el rostro que se halla tras la máscara negra es la del él mismo. Aterrado y sorprendido sale al exterior.
¿Que por qué suelto esta parrafada? Ni idea, igual porque es dos de septiembre. Puede que por la edad. Es posible que la incertidumbre del futuro. Quién sabe si porque me apetece tomarme una mirinda. Podría ser por la influencia de Casimiro. ¿O por un exceso de auto-explotación sincronizada? ¿Y si resulta que tengo que pasar por la caverna y deshojarme la cabeza para encontrar una respuesta que ni el maestro Joda puede darme? Ni idea.
¡Salud y que el sentido común nos acompañe!
*El maestro Joda, maestro entre los maestros Jedi, está completando el entrenamiento de Luke para que se convierta en caballero Jedi. Una de las pruebas que tiene que pasar es atravesar una caverna tenebrosa. Joda le dice que no va a necesitar sus armas porque ahí sólo se va a encontrar con sus… demonios. Hace caso omiso y se mete entre rocas, lianas y musgo a oscuras. A mitad del recorrido se encuentra con Darth Vader. El que aún no sabe que es su verdadero padre; el que un día fuera seducido por el lado oscuro de la fuerza impulsado por el miedo y el odio. Ambos empuñan el sable láser y Luke le corta la cabeza, cuando el casco cae al suelo húmedo y viscoso descubre que el rostro que se halla tras la máscara negra es la del él mismo. Aterrado y sorprendido sale al exterior.
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