
Siete días después nos estamos tomando unas cañas y filetes rusos en El Pepito's. No quiere soltarme el viejo discurso bañado en reconciliación con la vida. Al contrario, se ha vuelto cáustico, cuando no lo era antes. Es partidario de la pena de muerte, pero también del aborto selectivo... es decir, que obligaría a abortar cuando existieran antecedentes conflictivos en la familia, esto es -y utilizo descripción textual- "padres yonkis, desequilibrados, consumidores almohadas cervicales, editores de best sellers, jardineros desertores, seguidores de Ramoncín y Junior"...
El tercer ruso se me atragantó. Dibujé un perfil anterior al accidente de Quincuagésimo para recuperar su estado de serenidad. Era un tipo amable, sano, con ausencia de iras y poco sospechoso de selectividades abortivas del tipo A (de "actual"). Pero el golpe del televisor unido al contacto con los chicles y quién sabe qué estaría pensando justo antes de perder la conciencia... provocó un estado destructivo del que no se recupera. Quién sabe si con el apagón analógico y el encendido digital recupere sus canales perdidos.
Salud!
Comentarios
Muy buenas historias, un saludo!