
Los planes de boda no es un grupo musical, ni siquiera un cuarteto vocal. Los planes de boda son los pasos que van a dar hasta llegar a un altar con un cura esperándoles para darles un par de hostias, unos consejos y los anillos. Les costó mucho tomar la decisión (más aún digerirla) y por eso ahora están en plena pausa elevada... en ese montículo que permite mirar un poco hacia ellos mismos desde lo alto que quieran y puedan.
Ven dificultades, anomalías, plantillas de silicona de búfalo para las zapatillas, obstáculos con forma de enfermedad, enfermedades con forma de pasajeros, vesubios sin efervescencia, cartas llenas de palabras vacías, pero vacías de frases ausentes... un sendero de minas, un infierno con un punto y seguido mucho antes del final.
Y ahora Sumario y Mazorca siguen con sus planes. En una semana se casan. Rumanos de origen y profesión, españoles por azar y optimistas por... cojones, quieren celebrarlo -eso sí- por lo bajo, que ya han visto demasiado desde arriba. Así que se han cavado su propio altar en alguna parte (en tierras ricas en cepas) para unirse en matrimionio.
Desde aquí (que empiezo a saber dónde es) les deseo toda la felicidad del mundo, mucha salud y cientos de brindis.
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