Por Fabio Carabeo
Ahí donde le veís (sí, el que conduce la moto), ha tenido una vida rodeada de respuestas a sus preguntas. Nada le ha faltado, ni dinero ni salud -y como digo- ni silencio ante la duda más oculta. Sin embargo, Porgado Tracción se compró una tele de infinitas pulgadas para su salita de cine "en casa"; se puso El último mohicano (Michael Mann) por 3o1º ocasión y todo cambió para siempre. Tras las últimas palabras de Hawkeye dirigidas a su amada Cora Munro (tipo Iremos a vivir a casa de mis primos...) después de toda la sangría sufrida a lo largo del filme, se desplomó.
Desde que se levantó de su estado de inconsciencia, minutos más tarde, se le cae la casa encima, sufre náuseas en el nombre de Daniel Day-Lewis y miles de preguntas se han quedado sin su respuesta. Por ejemplo, ¿Cómo puede ser que después de ver esta película más de 300 veces haya sido ahora, con su propia tele de infinito tamaño cuando se ha dado cuenta de lo ridículo del diálogo final? Sólo hay silencio. No sabe cómo resolver la fórmula: duda + esfuerzo + respuesta. A cambio, Dolby Surround, el sertter que le apoya en la foto... se ha convertido en su padre espiritual. Le acompaña y le asiste en todo. Es su respuesta ante tanto final sin principios.
Envía la foto JC. Carrazón, un galdosiano de cabo a... saco.
Desde que se levantó de su estado de inconsciencia, minutos más tarde, se le cae la casa encima, sufre náuseas en el nombre de Daniel Day-Lewis y miles de preguntas se han quedado sin su respuesta. Por ejemplo, ¿Cómo puede ser que después de ver esta película más de 300 veces haya sido ahora, con su propia tele de infinito tamaño cuando se ha dado cuenta de lo ridículo del diálogo final? Sólo hay silencio. No sabe cómo resolver la fórmula: duda + esfuerzo + respuesta. A cambio, Dolby Surround, el sertter que le apoya en la foto... se ha convertido en su padre espiritual. Le acompaña y le asiste en todo. Es su respuesta ante tanto final sin principios.
Envía la foto JC. Carrazón, un galdosiano de cabo a... saco.
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