Por Fabio Carabeo
Me cuenta Ferdando Mona (no es una errata, es Ferdando) que ha llegado a una conclusión simultánea (entre lo que piensa y lo que deja de pensar): los amigos de verdad son los que no te felicitan en Facebook. Me ha ocurrido un fenómeno inédito en mi vida, me dice. Resulta que el 27 de noviembre, el día de mi cumpleaños, sólo me mandó un sms mi abuelo Aurelio Mona (el único que me queda)... No me llamó ni mi madre ni mi padre, ni por supuesto mis hermanas... pasaron de mí. Eso sí, en Facebook y en Linkedin me llovieron las felicitaciones. Algunas, incluso, con más de tres palabras y un mensaje más allá de "Que tengas un gran día...".
Dos días después, me llamaron mis amigos Tony, Rula, Jorge y Mario. Ninguno están 'pareados' conmigo en ninguna red. Dicen que soy un coñazo, porque no hago más que contar gilipolleces que no entienden.
Es lo que hay, pensé. Lo que no sabe es que yo soy su abuelo Aurelio. Vamos, no es que sea yo. Es que él, su abuelo real, se marchó hace un tiempo a la Patagonia. Como no quería hacerle daño, me pidió que mantuviera el secreto y le mandara mensajes de vez en cuando. El otro día, por cierto, me di de alta en Facebook como abuelo Aurelio. A ver cómo salimos de este entuerto. Me acaba de llegar una postal virtual. Está feliz, dice, entre nada.
Dos días después, me llamaron mis amigos Tony, Rula, Jorge y Mario. Ninguno están 'pareados' conmigo en ninguna red. Dicen que soy un coñazo, porque no hago más que contar gilipolleces que no entienden.
Es lo que hay, pensé. Lo que no sabe es que yo soy su abuelo Aurelio. Vamos, no es que sea yo. Es que él, su abuelo real, se marchó hace un tiempo a la Patagonia. Como no quería hacerle daño, me pidió que mantuviera el secreto y le mandara mensajes de vez en cuando. El otro día, por cierto, me di de alta en Facebook como abuelo Aurelio. A ver cómo salimos de este entuerto. Me acaba de llegar una postal virtual. Está feliz, dice, entre nada.
Comentarios
;-)
J.
El cuerpo a cuerpo es la realidad.
Aún así un besazo a todos.