
Tres años recolectando distintos tipos y semillas de humor por el mundo para regresar y sembrarlos en el hogar más triste del universo -el suyo- dan para mucho. La primera sorpresa, grata, que se llevó al entrar en su casa fue el recibimiento con bromas, pastelitos salados y bebidas desdramatizadas con taninos de humor.
Después se echó una siesta, porque venía más que cansada. Reírse sin ganas durante mucho tiempo agota, pero aprender a reírse de uno mismo relaja... no hay más que ver esa mueca 'de coña' que exhibe mientras duerme en el sofá de siempre. Por la noche cenaron y se curraron chistes sobre sus propias limitaciones. Y de postre se 'apretaron' el tiramisú de catarsis y mascarpone cómico que había preparado Regreso.
Salud!
Comentarios
P.D: "Tres años recolectando distintos tipos y semillas de humor por el mundo para regresar y sembrarlos en el hogar más triste del universo". Me ha encantado, qué ternura.
Eso es lo que se necesita para empezar el día.
Bonita entrada
María F