El siguiente diálogo fue registrado ayer entre las estaciones de metro de Moncloa y Lavapiés (Madrid)... Entre las 12 y las 13. Ha sido transcrito por un ciudadano llamado Carlos Participio y enviado a este blog sin ningún fin.
-Eres rara
-Déjame
-No sé por qué no quieres liarte con él
-No es el momento
-Ya, tu momento. Pareces un anuncio... Ya me gustaría a mí tener a ese cañón a tiro
-Tu te tirarías a cualquiera que se te pusiera a tiro
-mmmm... Sí
-Pues eso... para tí todas somos raras
-Eres dura
-¿Ahora soy dura?
-Eres...
Tras el ataque de risa histérico se abrazaron y siguieron comiendo chicle, muy pendientes de los cigarros - previamente encendidos para ser apagados precipitadamente- que llevaban entre los dedos. Carla, creo que se llamaba 'la rara', puso el manos libres y nos dedicó una canción 'reggaetoniana' a los cuatro gatos que coincidimos en el mismo vagón.
Después, su amiga (cuyo nombre no pude conocer), le arrebató el teléfono paró la música y con cara de haber reflexionado en menos de un minuto concluyó la conversación antes de perderse en la parada de Legazpi: ¡Yo también soy rara! Cuando abandonaron sus plazas en su lugar se sentaron dos hijastros de distintas familias, después llegaron un matrimonio dispar, unos jugadores de golf sin palos, unos piratas sin barco, dos payasos sin flor de agua ni gracia y un chef con ganas de comer...
Y al final de esta pequeña historia una señora con prisa empuja a Participio y ni le mira al pisarle. Un señor sale tras ella gritando: ¡¡¡Deténganla, deténgala que va a abrir un nuevo agujero de ozono!!! Y hasta aquí puedo leer... Esperemos que este anónimo con apellido gramatical nos siga informando.
Salud!
-Eres rara
-Déjame
-No sé por qué no quieres liarte con él
-No es el momento
-Ya, tu momento. Pareces un anuncio... Ya me gustaría a mí tener a ese cañón a tiro
-Tu te tirarías a cualquiera que se te pusiera a tiro
-mmmm... Sí
-Pues eso... para tí todas somos raras
-Eres dura
-¿Ahora soy dura?
-Eres...
Tras el ataque de risa histérico se abrazaron y siguieron comiendo chicle, muy pendientes de los cigarros - previamente encendidos para ser apagados precipitadamente- que llevaban entre los dedos. Carla, creo que se llamaba 'la rara', puso el manos libres y nos dedicó una canción 'reggaetoniana' a los cuatro gatos que coincidimos en el mismo vagón.
Después, su amiga (cuyo nombre no pude conocer), le arrebató el teléfono paró la música y con cara de haber reflexionado en menos de un minuto concluyó la conversación antes de perderse en la parada de Legazpi: ¡Yo también soy rara! Cuando abandonaron sus plazas en su lugar se sentaron dos hijastros de distintas familias, después llegaron un matrimonio dispar, unos jugadores de golf sin palos, unos piratas sin barco, dos payasos sin flor de agua ni gracia y un chef con ganas de comer...
Y al final de esta pequeña historia una señora con prisa empuja a Participio y ni le mira al pisarle. Un señor sale tras ella gritando: ¡¡¡Deténganla, deténgala que va a abrir un nuevo agujero de ozono!!! Y hasta aquí puedo leer... Esperemos que este anónimo con apellido gramatical nos siga informando.
Salud!
Comentarios
(Pensamiento de la famosa y anciana Rata Laly. Residente en la residencia de la anciana estación de Chamberí.)
Nopa: En nuestras reuniones de trabajo hablamos de todo jajajajaja conste que estaba el jefe.
Bueno es dejo que tengo que poner la lavadora...
Felices comentarios, entradas, fiestas y años nuevos (que no es poco) y sobre todo... ¡¡Mucha salud, real o surreal!!