Sabía que no podía ser, así que no fue. Se quedó en casa y dedicó la mañana a caer de bruces en el salón de su casa. Era el ritual que seguía los segundos jueves de mayo. Terminado 'el proceso' vuelve en sí para recuperar la capacidad de olvido y los cromos de Willy Fogg que perdió un día en algún rincón de su infancia y su piso de soltero; que antes fue de su padre y mucho antes de su bisabuelo. El abuelo sorteó la línea familiar.
Cuando Salvador Perdido logra olvidar comienza a recordar. Y lo mejor es que, en este caso, olvidó que no quería olvidar en el momento en el que empezó a recordar, ese miércoles previo al ritual (también familiar). Es raro, pero le alivia el mal de la indiferencia. En los cromos de Willy Fogg hay algo más que restos de yogur seco... Hay recuerdos que había dejado olvidados en el fondo de una carpeta azul, precintada por una cinta amarilla, dentro de un viejo baúl estanco, al lado de la camiseta de los Red Hot Chilli Peppers (world tour 1992) y cercanos -los recuerdos- a los patines que nunca usó.
Ahora por fin lo ha olvidado todo, o sea, lo recuerda con nitidez. Y en este jueves segundo de mayo ha pasado algo diferente. No se ha dejado nada aparte. Lo ha visto todo, sin miedo ha visto la carpeta y se ha logrado desprender de las nóminas de aquel año nefasto. El pago por un trabajo incompleto y que ahora va a resolver. Terminando lo empezado, aunque sea de gratis. Porque no se trata de trabajárselo por cuenta ajena, sino por asuntos propios. Ahora, tras la caída de bruces lo sabe. Es momento de consolidar...
Cuando Salvador Perdido logra olvidar comienza a recordar. Y lo mejor es que, en este caso, olvidó que no quería olvidar en el momento en el que empezó a recordar, ese miércoles previo al ritual (también familiar). Es raro, pero le alivia el mal de la indiferencia. En los cromos de Willy Fogg hay algo más que restos de yogur seco... Hay recuerdos que había dejado olvidados en el fondo de una carpeta azul, precintada por una cinta amarilla, dentro de un viejo baúl estanco, al lado de la camiseta de los Red Hot Chilli Peppers (world tour 1992) y cercanos -los recuerdos- a los patines que nunca usó.
Ahora por fin lo ha olvidado todo, o sea, lo recuerda con nitidez. Y en este jueves segundo de mayo ha pasado algo diferente. No se ha dejado nada aparte. Lo ha visto todo, sin miedo ha visto la carpeta y se ha logrado desprender de las nóminas de aquel año nefasto. El pago por un trabajo incompleto y que ahora va a resolver. Terminando lo empezado, aunque sea de gratis. Porque no se trata de trabajárselo por cuenta ajena, sino por asuntos propios. Ahora, tras la caída de bruces lo sabe. Es momento de consolidar...
Comentarios
Moraleja: Ahora justamente, cuando todo parece desmoronarse .... es la hora de consolidar.
M.
PF remueve todo. No deja títere con cabeza. Un asombro, sin sombra, a plena luz. ¡Bravo!