Ir al contenido principal

ESCORIA

Los operarios no dan abasto y en sus casas apenas cabe más ceniza. Los directivos prefieren no mancharse con los restos del volcán*, los jefes tampoco. Por eso aprobaron el plus Subalterno barriendo pa'casa (como lo llaman algunos administradores en las charlas de WC). 120 Euros por no almacenar más escoria en los pasillos de las empresas. Pero los trabajadores ya no pueden más. Sus casas se han llenado de mierda ajena (más la que queda suspendida en el aire en forma de partículas)...

Del polvo venimos en polvo nos convertiremos
, reflexiona Marcial, un jubilado voluntario en la recogida de escombros volcánicos. Lo hace mientras se lleva todo lo que puede a casa sin tan siquiera preguntar. Hablo con él y me dice que es partidario de repartir las miserias; porque, asegura, concentrada es más peligrosa. En cuanto a la postura de los directivos, no se pronuncia. Sólo eleva los hombros hasta la asunción y sigue "barriendo pa'casa".

David y Rubén, dos peones chandaleros con coche tuneado, dicen que los 120 euros les vienen que ni pintao. María (azafata, oriunda de Manises), como Marcial, asume, pues "antes ya me llevaba el trabajo a casa... Total, un poco más de mierda". Y así uno tras otro.

Me acerco a un despacho para preguntar a algún empresario. Están reunidos, me dice la secretaria. Me giro y descubro entre el tanga que le asoma y la papelera una bolsa del Día apoyada en el último cajón llena de cenizas. Me siento a esperar en un sofá de piel. Ni una mota de polvo.

Levanto la cabeza y por un resquicio entre las cortinas que tapan el acristalado despacho, observo a varios directivos viendo una pantalla LED. Oigo risas, algún grito de Huuuyyyy!! Me acerco más y entiendo más... En la tele ven, a través de varias cámaras ocultas, a los operarios recogiendo cenizas en varias situaciones. Apuestan por sus favoritos con fajos de billetes.

Y el volcán... a lo suyo.

*El volcán Agustín lleva más de un mes en erupción, en Manzaneque (Toledo)

Comentarios

Juana ha dicho que…
Las cenizas se expanden, llegarán a todas partes, incluso al interior de las televisiones de plasma ....


Posdata: Entre todos la mataron y ella sola se murió.
Miguel Ángel Pegarz ha dicho que…
¿La empresa se llama Políticos S.A.?
Pit bikes ha dicho que…
jejeje muy bueno CYBRGHOST

Entradas populares de este blog

El verbo y el tren coloquial

Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

Las palabras se las lleva Twitter

Apenas estaba digiriendo una información -con alta carga de valor- cuando un tuit la bajó de golpe muro abajo. Intenté seguirla, pero no paraba de caer al foso; y durante el imparable descenso iba olvidando el cuerpo de la noticia que me había llamado la atención. Finalmente renuncié y volví a lo más alto del muro de nuevo, con la esperanza de leer algo interesante, entonces un hilo que sostenía al texto en extinción entró en escena. Intenté seguirlo pero poco duró su vigencia. Una vez más la gravedad de las redes sociales impuso su fuerza.  El volumen de la ansiedad de la masa social por publicar, por ser viral, por conseguir apoyo de followers, ¡por ser!, por estar, por pintar, pesa y ocupa tanto que la palabra apenas puede sostenerse. De hecho acabo de perder el hilo que me trajo hasta este texto. ¿Habré incorporado la misma gravedad y procesado de ideas? Es posible, porque ya se me está haciendo largo y empiezo a sentir ansiedad por publicarlo y que funcione por sí solo. Pesa

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...