Ir al contenido principal

¡EN ESTA SERIE NO SE SUICIDA NI DIOS!

Queda un capítulo para que termine Herederos… y todo no puede estar peor en el entorno Orozco… ¡Todo mal! En el episodio de anoche se suicida Carmen (Concha Velasco). ¡Pues no me casa! Sabemos que Mónica (hija secreta de Manuela y Enrique) ha visitado a Carmen Orozco a la cárcel. La conversación termina con Bernardo (un personaje imprescindible, por cierto). Carmen le asegura que ya no se tiene que preocupar por Mónica (a la que anteriormente habían intentado asesinar)… sin embargo falta algoEn el diálogo entre Carmen y Mónica no hay elemento alguno que concuerde con ese “ya no tienes que preocuparte por ella”…

Por otro lado, está muy “fresco” el cadáver de Isabel (la recién difunta hermana de Carmen Orozco)… Y lo más importante, la frase mítica (o una de ellas) de la Serie: “En esta familia no se suicida ni Dios”… Y el capítulo termina con Carmen quemándose viva y voluntariamente? No cuadra. ¿Alguien se imagina a Bernarda Alba o Ángela Channing suicidándose? ¡Vamos!

No sé que va a pasar, pero lo ‘lógico’ sería que el cadáver de la habitación fuera el de Isabel y Carmen hubiera planificado su desaparición en connivencia con Mónica (experta en fugas y anonimatos soterrados).

¡Soy un friki de estos… Puñeteros, Salud mental!
PD.: ¿Será el 14,5% de Share el asesino?
PD2.: Por cierto, Nino (Iker Lastra) está chateando justo encima de mí... No, os imaginéis una postura imposible, está en la 4ª Planta del pirulí y los frikis de Tras la2 estamos en la 3ª.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estoy contigo... El cadaver es el de Isabel, o, es más, el de Mónica... Y el policía está compinchado, ¿qué no?

Desde luego, la serie tiene el saborcillo de los mejores Ángela y Richard Chaning. Enhorabuena por la tensión creada por los guionistas.
Anónimo ha dicho que…
Muy bueno, me haces dudar!
Dani
Miguel Ángel Pegarz ha dicho que…
No sigo la serie, para que mentir, pero si te digo de quien imagino muuuuchas veces que Angela Channing se suicidaba: Richard Channing :-)

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me...

El Cerrojo

Abrí para pedir un café, pero una mirada (que vale 1.000 vocablos) me cerró la puerta. Esperé a que pestañeara, pero solo un párpado estaba por la labor de ceder. El otro protegía -con todo- el ojo avizor. Saqué una llave en son de paz. Dio un golpe en la mesa como respuesta. Intenté darle mi brazo al torcer. Sacó un as. Yo pinté bastos. “El cerrojo, aunque no lo creas lo llevas tú”, me dijo en tono conclusivo. Cuando miré mis manos para intentar descifrar sus palabras la camarera me sirvió un café. No entendí mucho lo sucedido, y menos cuando me giré hacia la puerta nadie miraba. Solo quedaba la mirilla, hidroalcohol y una propina.