Aquella noche nos la pasamos recordando años pasados y perdonando pecados. Mi viejo compañero de academia (una cualquiera) Raimundo Ruiz "maguila" (mide uno noventa y está como un armario empotrado) y yo coincidimos por la calle. Hacía como 15 años que no nos habíamos vuelto a ver. Los caminos se peraran por motivos naturales. En este caso más.
Rai se hizo ultra con 17 y así siguió hasta los 21. No voy a mencional el equipo de fútbol al que se debía, pero no era el Atleti, precisamente. Además 'fichó' por una organzación nazi de cuyo nombre no quiero acordarme. No paró de hablar; hay cosas que no cambian. Sí los músculos, que si no los trabajas, como le ha ocurrido en la última década, o se descuelgan o aumentan... pero con el peso de los excesos.
Me contó con pelos y señales sus "peripecias extremistas". No quiero dar detalles, digamos que algún que otro hueso ajeno partió, por decirlo suavemente. Violento y agresivo, siempre supo fusionar su pasión por la literatura y poesía con las peleas más brutales de su viejo entorno. Y sí, pasó algún que otro día en el calabozo de la ciudad del equipo contrario.
Aquella noche pasaba de hablarme de Lorca, Unamuno, Escotado o Hernández (sus favoritos) a describirme cómo le reventaba la cabeza a otro ultra. Después recitaba algunos poemas de cosecha propia. 'Apasionante'. Sigue llevando, colgado del cuello, una réplica en miniatura del casco de Hernán Cortés; y continúa siendo tan fascista como siempre, pero al menos ya no pega a nadie. Sólo lee, echa pestes contra Zapatero y sorprendentemente respeta a Obama. Por el contrario, considera a Aznar y a Bush los dos peores parásitos que ha parido madre. En fin, no soy ni terapeuta ni preceptor de contradicciones.
Con la segunda botella de vino nos pegamos un abrazo de oso, lloramos y brindamos con arrepentimiento por los errores cometidos; que son muchos, enormes y grotescos. Así es la vida. Hoy, por cierto, dejo de fumar.
Salud!
Comentarios
Intenta pensar en la catidad de gente que quiere dejarlo y no se atreve.
¡Ánimo... estamos contigo!
Un abrazo.
Yo también fumaba,lo del mono es cosa de coco,superando los primeros meses y sobre todo tener claro el porqué,cuando tengas,unos minutos de bajón.
Animo lo lograras,estamos contigo.
Gilipolleces.
No es fácil, pero si estás convencido, si lo es. No es un problema de voluntad, sino de convencimiento, como dice Capi.