
No es una queja... añeja, para nada. Ni una pregunta retórica. Es uno de esos interrogantes a los que te sometes al darte cuenta de que tienes una pata en tierra firme, un brazo en el trabajo (es decir, más o menos la mitad de los días laborables) y el pie derecho, por ejemplo, pisando los mundos de Internet... Y la respuesta es sencilla, sin miedo a pecar de dispersión involuntaria, puedo contestar que en todos, o al menos algunos vivimos en varios o más.
¿Cuándo sabes que eres un friki, o que te has hecho/convertido al catolicismo freak sin ser consciente? Lo sabes cuando en una reunión de viejos amigos, por ejemplo, hablas naturalmente de la conversación que has mantenido con tal o pascual a través de facebook; o de los enlaces tan cojonudos que has pillado de otros twitteros; o de la nueva aplicación para mejorar tu blog; o del post que tienes en mente; o de la entrevista que has hecho a un blogger tal... y te miran con cara de "¿De qué me está hablando el marciano éste?".
Dicen que el neurótico construye castillos en el aire, el sicótico los habita, el psicoanalista cobra el alquiler... y yo añado: el friki lo convierte en un gadget, le hace una foto y comparte el enlace.
Nadie se convierte en algo que no quiere, evidentemente. A no ser que sea coaccionado, o gilipollas... Este caso parte de una toma de conciencia acerca de un cambio que viene fraguándose desde hace años... Y que en mitad de un instante despiertas y caes en ello en toda su dimensión. Lo mejor es que igual que se arranca un ordenador, se puede desconectar. Lo mismo con el móvil. Lo mismo con tu mundo cotidiano. Y al final siempre puedes situarte en el contexto en el que arranca el post. El vino y la amistad se encarga de hacer el resto.
PD.: Ya huele a vacaciones.
Comentarios
Cambia el vehículo, pero solo hay un viaje que merezca la pena.
Bien Dani!
Fdo: un seguidor
¡Guau! Vacaciones.