
Pero Canal está obsesionado con la casa de enfrente. No termina de estructurar en su mente la historia que puede haber tras esos visillos tan... tan... tan difíciles (marrones claro, encajes isabelinos y arrugas que desconocen el poder del planchado).
No ha intercambiado palabra alguna con sus vecinos jamás. A través del patio ya se ha formado una idea de cada uno. Menos los/él/ella/las de enfrente. Sin saber por qué, se le resiste el 6ºF. Últimamente fuma más y riega más su planta (de especie desconocida) para poder observar luces, movimientos, o lo que sea con tal de recibir información y así hacer un perfil de esa casa. Pero nada, no puede con ello.
Ayer desistió, encendió el ordenador (muy abandonado últimamente) y entró en su red social (también muy abandonada). Habló con sus amigos de Alemania, Macedonia y Cuenca. Estuvo un buen rato, unas tres horas. Cuando iba a cerrar alguien con el pseudónimo "YO" solicitaba ser agregado a su lista de amigos.
¿YO? Canal entró en su perfil, quería averiguar algo sobre él/ella, pero todo lo que había era poco. Sin embargo, le inquietó lo suficiente como para añadirle y escribirle un "¿Nos conocemos?". La respuesta no tardó en llegar. Hola Canal, soy YO, o sea, TÚ.. sé que no lo entiendes, pero así es YO soy TÚ. Canal se quedó a cuadros. ¿Es una broma? Respondió.
YO le mandó un enlace que le llevó a otro sitio alejado de su red social. Entró y se encontró un montón de fotos y vídeos con un sólo plano y un sólo protagonista: Él, Canal. Tanto en las fotos como en los vídeos aparecía fumando y frunciendo el ceño. Pocos gestos para una extrema curiosidad. YO lo había grabado y capturado todo desde la "casa de enfrente". Soy Tú, insistía. No hay nadie en esta casa. Sólo TÚ.
Comentarios
Bravo por este Post
Besos.
EL Zapateta