Y siguiendo con el tiempo y sus relatividades, permanezco en el sitio y a cámara lenta. Vamos: "compuesto y al ralentí". Es un sitio extraño, desconocidamente conocido; "absurdo como un belga por soleares" (J.Sabina); paradójicamente contradictorio; pero sobre todo, un lugar de reunión concatenado (o sin él) y desvinculado de las hipotenusas descuadradas.
Cuando te encuentras en un lugar así lo primero que piensas es en salir por patas... pero cuando aparece Darth Vader directo hacia tí, tan firme como el acero de los barcos, con un sable láser incandescente bien sujeto por ambas manos artificiales y con 'cara' de pocos amigos, lo mínimo que puedes hacer es quedarte y preguntarle: ¿por qué no abandonas ya el luto? Deja que sea yo quien te entierre, como Yoda manda. Y por cierto ¿a cuento de qué viene tanta mala hostia entre respiraciones asmáticas, padre?
Continúo sentado, pero empiezo a distinguir detalles más matizados. Ahora, de lejos viene Bernarda Alba. A ver qué le digo... Ésta son palabra mayores.
Salud!
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