Nadie sabe quién es, pocos conocen su nombre y menos aún de dónde ha salido. Pero está ahí, siempre está… Para todos, para propios y ajenos, y sobre todo para Cetamol, Rodrigo Cetamol, un ex artista incomprendido que la necesita más que nadie. Pero tampoco sabe ni quién es ni su nombre ni su procedencia. Cuando ayer se me ocurrió preguntar a Rubén el Mago, me contestó con un truco de frecuencia y un poema desconocido.
Rodrigo Cetamol recibió su primera hostia en la espinilla, después en los huevos (durante un partido de fútbol) y la última –más agresiva y dolorosa- cuando fue descalificado en un torneo internacional de castillos en el aire: la III Edición del Ilusiones Nocivas Awards. Le expulsaron por considerar que su fantasía tenía “demasiado peso para colgarla en el aire”, así como que “sus ilusiones se caían por su propio peso”. El resultado: se hundió.
Cuando ella le rescató, Rodrigo estaba a punto de comprar la versión pirata de El currante (1983). Lo evitó y se lo llevó de la mano a un café cercano a la plaza de Antón Martín. Le habló suave, casi le susurró y tal debió ser el argumento que desde ese día Cetamol empezó a revivir. Lo mismo hizo con Retarda Ortíz (la diseñadora de cuadros para estampados de camisas de caballeros tallas XXL), Pedro Variable (el idealista del 6B que alquila zapatillas sin suela a los que necesitan contacto con la tierra) o Kiko Númeroprimo (el astronauta submarino, y autor de grandes diseños a base de petunias y gladiolos en jardines públicos)…
Nadie sabe quién es, pocos conocen su nombre y menos aún de dónde ha salido… Pero está ahí, animando al personal.
Salud!
Rodrigo Cetamol recibió su primera hostia en la espinilla, después en los huevos (durante un partido de fútbol) y la última –más agresiva y dolorosa- cuando fue descalificado en un torneo internacional de castillos en el aire: la III Edición del Ilusiones Nocivas Awards. Le expulsaron por considerar que su fantasía tenía “demasiado peso para colgarla en el aire”, así como que “sus ilusiones se caían por su propio peso”. El resultado: se hundió.
Cuando ella le rescató, Rodrigo estaba a punto de comprar la versión pirata de El currante (1983). Lo evitó y se lo llevó de la mano a un café cercano a la plaza de Antón Martín. Le habló suave, casi le susurró y tal debió ser el argumento que desde ese día Cetamol empezó a revivir. Lo mismo hizo con Retarda Ortíz (la diseñadora de cuadros para estampados de camisas de caballeros tallas XXL), Pedro Variable (el idealista del 6B que alquila zapatillas sin suela a los que necesitan contacto con la tierra) o Kiko Númeroprimo (el astronauta submarino, y autor de grandes diseños a base de petunias y gladiolos en jardines públicos)…
Nadie sabe quién es, pocos conocen su nombre y menos aún de dónde ha salido… Pero está ahí, animando al personal.
Salud!
Comentarios
Anonima Mente
P.D.:¿no os da la sensación de que se han conicido en una farmacia?Tal vez estaban en estantes contiguos o enfrentados y se saludaron cortesmente...quiza sea otra posible historia
Gracias por tu genialidad y la generosidad de tu imaginación.
Zeta-Zapateta
La Zapateta, lo único que sabemos real de este bloguero es que Daniel Seseña si que se llama, es lo que tiene salir en la tele :-).
En cuanto a la chica, más parece la chica animadora que la chica animada, eso habría que investigarlo, porque tal vez sea ella la que necesita Cetamol, y no al revés.
isa
Ahí queda.
Saludos
PD: Por cierto, has probado a usar alpargatas de realidad? Pesan pelín menos.
En estos mundos de la ficción la televisión es certeza, y si no mira, yo salgo todos los días en la tele y mi nombre te aseguro que es Anonima. Hago un programilla corto, de esos tipo sin centrifugado (de ideas), lo que se conoce como un programa en frío...
Anonima Mente
P.D.:es que soy del norte
-"un truco de frecuencia"
-"un torneo internacional de castillos en el aire: la III Edición del Ilusiones Nocivas Awards."
-"alquila zapatillas sin suela a los que necesitan contacto con la tierra)"
Sin comentarios, estamos ante un artista comprendido.
¿qué no?