Ir al contenido principal

LINKS, ARTE URBANO Y VIDA REAL

Esto no es periodismo ficción. La blogosfera es un mundo interesatísimo, entretenido, infinito… Y sobre todo lo es gracias al camino a otros mundos que te abren los links. Un día me tocó hacer un reportaje en Cámara Abierta 2.0 sobre las caras del ciberactivismo… Me puse a rebuscar entre blogs –sin orden, por azar y libre asociación- y me encontré con Inicios.es, un elogio al arte (sobre todo urbano) y al activismo. Inmediatamente entró en la lista de “sitios” a tener en cuenta dentro del reportaje. Su presencia apenas duró 10 segundos, pero me quedé con “su IP”.

Desde entonces, es uno de mis imprescindibles (con la reflexión por delante), de hecho, hace no más de un año entrevisté a su autor: Paul M. Un tipo tímido con un ojo excepcional. Mejor entrar en el blog para comprobarlo. Merecía un reportaje y una entrevista. Hablando con él me enteré, entre otras cosas, de que El Tono era un artista urbano que hoy se ha convertido en una referencia internacional en su disciplina. Pero trasteando por Inicios descubrí Liberarte y ahí entré en el universo de otro astro: Guillermo de la Madrid, autor del blog “Escrito en la pared”.

Fascinado por las fotos, los murales, los mensajes que pueblan los rincones de Madrid y más ciudades (de España y más allá), no me pude resistir a seguir sus actualizaciones primero y a hacerle un reportaje después. Concretamente el martes por la tarde en el barrio de Lavapiés. De este modo, como si estuviéramos en la vida internetera, cerré un círculo iniciado con un link de Inicios.es. El resultado, en próximas emisiones de Cámara Abierta 2.0.

Lo mejor, es que además de fotógrafo-ojeador de arte urbano enterrado entre forjados es activista… Como parte del proyecto que inició con Paul M. llamado “Liberarte”, Guillermo también se dedica a actuar. Por ejemplo, fotografía un mural pintado spbre un muro que le llama la atención- Cuando el Ayuntamiento se ha cargado ese mural –lo ha borrado-, él coloca la foto en la pared anteriormente adornada. Después, fotografía la fotografía… como muestra esta foto.

La blogosfera es impresionante.

PD.: En la imagen superior Guillermo de la Madrid ("Escrito en la pared") en plena acción. En la imagen inferior: Paul M y Guillermo seleccionando fotos para pegar en un muro de la Calle del Olivar, 48 (Madrid).

PD.: El resto de las fotos del rodaje en Flickr.

Comentarios

Paul ha dicho que…
no es periodismo ficción, pero lo parece ;)

estuvo muy bien poder volver a vernos aunque fuera cámara y porno-micrófono en mano. además, después me puse a buscar el reportaje de inicios en la web de camara abierta y no fui capaz de encontrarlo, o sea que me ha venido genial que lo linquearas ahora...


un abrazo,
Juana ha dicho que…
Es verdad, la blogosfera es como ir a un Amazonas literario, ¡impresionante!
Este "trocito" de blogosfera también. Es un sitio raro, exótico, indescriptible ..... misterioso .....
Escrito en la pared ha dicho que…
Gracias por las referencias y las palabras, Daniel. Ya he visto que también has visto la correspondiente entrada en Escrito. Al alguien se le ha puesto la piel de gallina (y no soy yo) al leerlo.

Una brazo.
Dani Seseña ha dicho que…
Juana, gracias por lo que me toca. Es... la blogosfera.

Paul, Guillermo: Fue un placer de rodaje y más aún descubriros en esta trama de links y contenidos infinitos.

Salud!

Entradas populares de este blog

El verbo y el tren coloquial

Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...

En tela de juicio bajo tierra

Me echan monedas... ¡hasta billetes de 10 y 50€! Voy arreglado, sólo estoy algo mareado y sentado en el suelo del metro por no poder sostenerme en pie. Soy abogado , pero no puedo pararles y decirles que no necesito su dinero. No me sale la voz. Estoy preso  en este pasillo... Bloqueado, encerrado y cubierto por aquella tela de juicio que usaba mi padre para tejer el amor hacia mi madre, la gran fiscal en estado permanente (somos 15 hermanos). La superficie de mi maletín tumbado se ha deprimido por la gravedad del dinero... Y no para de hundirse. Yo, mientras tanto, sigo sin saber qué razón inmaterial me impide levantar la cabeza y erguirme como Dios siempre me indicó. Empiezo a detestar el sonido del dinero, la caridad... No puedo defenderme de este ataque absurdo. No sé si me miran mientras tiran su circulante. ¡Nos sabéis lo que llevo en el maletín, desgraciados, no lo sabéis! ¡Con estos papeles sabríais lo fácil que me resultaría hundir vuestros culos en la miseria. Por fin co