Ir al contenido principal

METAFÚTBOL

Sucedía la mañana del domingo tras la final de la Champions en Madrid. Perdieron sus vuelos y después de darse de hostias -completamente borrachos- durante toda la noche, les encontraron la mañana del domingo metidos en un contenedor. Abrazados. No se sabía quién era del Inter y quién del Bayern. Sus bufandas y camisetas estaban completamente fusionadas. Cuando Rodolfo, el basurero, les despertó dieron un salto y se sorprendieron tanto como él. ¡¡Aupa Atleti!! Reivindicó Rodolfo; y los otros, con la mirada perdida.

Les costaba separarse. Los compañeros ultras de cada uno les habían dejado colgados en Madrid. Quién sabe si algunos estarían en idéntica situación de fusión en otro punto de la capital. Así que en ese momento, en una ciudad desconocida para ellos, sólo se tenían el uno al otro. Aunque fueran rivales. Rodolfo se alejó a su bola, cantando el himno del Atleti. Magullados, malolientes y muertos de hambre se acercaron al Vips más cercano. No se hablaban, se comunicaban por signos.

Hans
se pidió un desayuno americano (beicon, queso, huevos...) y Mateo optó por un Mediterráneo (lechuga, mayonesa, espárragos, tomate...). Y tras el primer sorbo de cerveza se pusieron a hablar en catalán. Debían de tener algún ancestro en la Costa Brava del subconsciente y les sobrevino en mitad del desayuno. Y tal y como habían venido se marcharon. Compartieron taxi hasta la T4 y allí, previo intercambio amistoso de bufandas y perfiles en Facebook, uno tiró para Milán y el otro para Munich.

Comentarios

Juana ha dicho que…
Últimamente me encuentro un poco "paradójica" empatizando con tu blog, cosas que parecen incompatibles y se unen en extraños espacios sin habitar .... me encanta la foto, yo soy de deportivas, jamás imaginé que fuesen compatibles con los tacones de aguja ....
Un día pienso irme a pasar el rato a la T4, debe ser un sitio friki de verdad.
Dani Seseña ha dicho que…
Más paradójico que uno mismo... Lo de mi blog sólo es el medio hacia la absurda T4. Allí, como en el Banco 54, pasa de todo y está lleno de pasotas, pasantes, pasadores y zombis destinados a la paradoja. Es el azar de la combinación.

Salud!!

Entradas populares de este blog

DESASOSIEGO ASPIRADO

No estamos en el Distrito 9 ni ante Terminators ni nada que se le parezca... sí, son aspiradoras. Llevaba con la mía más de 8 años cuando, por un fallo irreparable, me he visto en la obligación de renovar maquinaria absorbente . Así que me he metido en la sección de electrodomésticos de una gran superficie y me he encontrado con esto. ¡Joder, que estas máquinas me están mirando con cara de mala hostia! El mundo de los gadgets ha llegado, para quedarse, al territorio de los electrodomésticos. Impresionante experiencia. Para superar el choque me he ido corriendo al departamento de la tranquilidad , como de costumbre, la charcutería se convierte en mi salvavidas. De vuelta , finalmente me he llevado la más normal. No es ninguna de las que aparecen en imagen. He preferido dejarla reposar en el anonimato... Cuando la he enseñado su nuevo hogar, paradójicamente ha suspirado. Salud!

Twitter y lo que pasa...

Aún recuerdo cuando - allá por 2008 - salíamos a la calle, micro en mano, a preguntar a la gente: ¿Sabes qué es Twitter? Las caras eran un poema y las respuestas , una colección surrealista de posibilidades. Un sujetador, un bar... y sobre todo un "no sé" con risotada adjunta... Ahora, no hay informativo que se resista a su poder, ni país al intento de censura (en vano). Seguramente ésta ha sido una de las semanas más intensas en cuanto a información online al segundo se refiere. A saber, la Ley Sinde y sus movimientos, Álex de la Iglesia y sus acercamientos al 'pueblo de Internet' ; Túnez , Egipto , Jordania y ahora Yemen se remueven por dentro... Los ciudadanos, gracias a las redes sociales entre otras cosas, saben que viven bajo arresto, y no pueden más. Así que empezaremos el programa por nuestro Intérnate de la semana . Es decir, lo más movido de la Red y lo que viene; y en este particular destacamos un documental sobre el periodista 'mágnum' Enrique Me...

El Cerrojo

Abrí para pedir un café, pero una mirada (que vale 1.000 vocablos) me cerró la puerta. Esperé a que pestañeara, pero solo un párpado estaba por la labor de ceder. El otro protegía -con todo- el ojo avizor. Saqué una llave en son de paz. Dio un golpe en la mesa como respuesta. Intenté darle mi brazo al torcer. Sacó un as. Yo pinté bastos. “El cerrojo, aunque no lo creas lo llevas tú”, me dijo en tono conclusivo. Cuando miré mis manos para intentar descifrar sus palabras la camarera me sirvió un café. No entendí mucho lo sucedido, y menos cuando me giré hacia la puerta nadie miraba. Solo quedaba la mirilla, hidroalcohol y una propina.