Se lo habían puesto difícil: Si aprietas este botón en menos de 5 minutos te llevas una paladita y una vida resuelta... Con toda la ambigüedad de la expresión. Eso sí tu decisión va a tener consecuencias... Sin especificar. No sabía si se trataba del millón de dólares de The Box y la muerte de una persona en otra parte del planeta. Pero como Evaristo Geolito sólo ve números rojos, y números inodoros, apretó sin más. El hombrecillo del botón no movió un gesto y se marchó.
Evaristo, impasible, fue a contar los beneficios del mes y a jugar un rato con la rana que había robado del estanque de Morientes, el directivo vecino de la mansión... a la derecha al que odiaba y envidiaba. No notaba nada, la vida ya la tenía resuelta, sólo esperaba con ansiedad creciente las consecuencias de su "apretón". A la mañana siguiente despertó en otro lugar: la casa de Morientes, quien se había convertido en su padre y él era un mico de 5 años con la misma mentalidad del día anterior.
Morientes se acercó a echarle la típica charla de padre por haber cometido alguna fechoría propia de un crío de su edad. Después, castigado, fue a cotillear quién/qué había en la casa de la izquierda y se vio a sí mismo con otra actitud, regando un jardín estanco sin ranas ni consecuencias. Pero ya no era él, siéndolo. O al menos había perdido la conexión consigo mismo y su núcleo cerebral estaba bajo la tutela de Morientes. No paró de llorar en tres días. Pero poco a poco, se integró en su nueva familia.
Salud!
Evaristo, impasible, fue a contar los beneficios del mes y a jugar un rato con la rana que había robado del estanque de Morientes, el directivo vecino de la mansión... a la derecha al que odiaba y envidiaba. No notaba nada, la vida ya la tenía resuelta, sólo esperaba con ansiedad creciente las consecuencias de su "apretón". A la mañana siguiente despertó en otro lugar: la casa de Morientes, quien se había convertido en su padre y él era un mico de 5 años con la misma mentalidad del día anterior.
Morientes se acercó a echarle la típica charla de padre por haber cometido alguna fechoría propia de un crío de su edad. Después, castigado, fue a cotillear quién/qué había en la casa de la izquierda y se vio a sí mismo con otra actitud, regando un jardín estanco sin ranas ni consecuencias. Pero ya no era él, siéndolo. O al menos había perdido la conexión consigo mismo y su núcleo cerebral estaba bajo la tutela de Morientes. No paró de llorar en tres días. Pero poco a poco, se integró en su nueva familia.
Salud!
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