Lo dejo, Román, lo dejo. Así, con esta contundencia y en mitad de una felación de amistad, Grosella Cimbagüe abandonó la prostitución a sus 73 años. Cincuenta años siendo puta era suficiente, pensó. Ahora tenía que redireccionarse, previa actualización. No fue algo repentino, Digamos que llevaba un año empedrando el camino hacia otra ladera gracias a Kato Mau.
Sólo follaron una vez. Un día a ella, de pronto, le dio por preguntar por el origen del concepto polvo en medio del mismo. Y él, concluída la eyaculación, contestó: Me lo he preguntado muchas veces y creo que tiene que ver con aquello de que "polvo somos y en polvo nos convertiremos"... Cuando 'lo hacemos' siento como si mutara en millones de partículas.
Y tras semejante conversación pasaron al salón de té y después a un diálogo permanente. Un día preguntaba uno y al siguiente la otra. Sin cash de por medio, todo por -ahora sí- una sana relación de amistad. Él no conocía de nada a sus padres ni a su hija Graciana ni por supuesto a su nieta Mazuela. Sólo lo que ella le contaba. Un día Grosella, en un ejercicio de sinceridad necesaria, dejó caer -con fuerza- que sus hijos eran unos desagradecidos y que sus padres, de algún modo, la habían dejado al margen... en general.
Kato, muy prudente y no menos sorprendido, repitió sus palabras pero en tono de pregunta. Y ella al escucharlas se colapsó, empezó a hiperventilar y cayó al suelo. ¡¡Cómo te atreves!! Montó en cólera. Pero sabía que aquellas frases habían salido de su boca. La guerra había comenzado y no con Kato precisamente.
Un año después de abrir la primera compuerta deja su piso de puta para alquilarse un apartamento en la localidad de Temprana Alta; donde, dicen, los arranques nunca son de cero... la antigüedad cuenta.
La imagen
Sólo follaron una vez. Un día a ella, de pronto, le dio por preguntar por el origen del concepto polvo en medio del mismo. Y él, concluída la eyaculación, contestó: Me lo he preguntado muchas veces y creo que tiene que ver con aquello de que "polvo somos y en polvo nos convertiremos"... Cuando 'lo hacemos' siento como si mutara en millones de partículas.
Y tras semejante conversación pasaron al salón de té y después a un diálogo permanente. Un día preguntaba uno y al siguiente la otra. Sin cash de por medio, todo por -ahora sí- una sana relación de amistad. Él no conocía de nada a sus padres ni a su hija Graciana ni por supuesto a su nieta Mazuela. Sólo lo que ella le contaba. Un día Grosella, en un ejercicio de sinceridad necesaria, dejó caer -con fuerza- que sus hijos eran unos desagradecidos y que sus padres, de algún modo, la habían dejado al margen... en general.
Kato, muy prudente y no menos sorprendido, repitió sus palabras pero en tono de pregunta. Y ella al escucharlas se colapsó, empezó a hiperventilar y cayó al suelo. ¡¡Cómo te atreves!! Montó en cólera. Pero sabía que aquellas frases habían salido de su boca. La guerra había comenzado y no con Kato precisamente.
Un año después de abrir la primera compuerta deja su piso de puta para alquilarse un apartamento en la localidad de Temprana Alta; donde, dicen, los arranques nunca son de cero... la antigüedad cuenta.
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Comentarios
Fdo.: Fernando Ulterior
Ficho (a) Kato Mau y me quedo con la frase final, qué bueno. isa
Fdo.: en boca silente no entran mosqueos (ajenos)
en polvo nos convertiremos
da igual a lo que nos dediquemos
siempre así terminaremos.