
Lucía siempre ha sido “landista”. No soporta a Pajares ni a Esteso, pero Don Alfredo es mucho, afirma con la cabeza bien alta. En su honor, su pequeña carpa lleva el nombre de un referente único. Ahora quiere regalarle una compañera con pintas rojas para mitigar la soledad marina. Entre nosotros, no tiene ni idea si es macho o hembra la criatura. Ya tiene nombre… y apellido: Mayra Gómez Torrebruno. Hasta aquí puedo leer...
Esta mañana ha saltado la tapia del convento, ha metido a Mayra en una red y ha vuelto a su piso para dejarla en su nuevo hábitat. Las monjas han hecho la vista gorda, pero no se han perdido ni un detalle. ¿Por qué? Ni idea. Pero ahora están comiendo magdalenas y riéndose de Lucía mientras ven el vídeo grabado con su cámara divina y oculta.
Lucía es feliz, las monjas se ríen… Mayra y Landa de momento no se pueden ni ver; se evitan. Lucía no tiene prisa. Sabe que se llevarán bien. Las monjas se parten de risa con el vídeo. Cuando Lucía vuelve del súper Landa ha desaparecido. Sólo está Mayra y el resto de habitantes inertes en el acuario. Las monjas rotas de reír.
Comentarios
Ah, he tenido una revelación divina leyéndote: debo meter algún muñeco de Star Trek o mis peces se morirán de aburrimiento o lo que es peor, lo mismo se me van de "conventos"
¿quería realmente fotografiar la pegatina? ¿qué piensa del psicoanálisis? ¿que representa Freud para él?
Puesto que ya no usa ese PIN, ¿puede decirnos cuál era?
¿ha reparado que desde que confundió una diana con una H, las haches han empezado a fallar en los comentarios?