Rubén no tira, ni ‘palante’ ni ‘patrás’. Desde que le pusieron la multa por error no levanta cabeza. Es sexador de hilos de cobre. No me preguntéis en qué consiste su profesión, no sabría decir… Rosa, la del puesto de flores, asegura que cuando a alguien le multan por error, una de sus margaritas se marchita de golpe. Sí, fue ella quien me habló de Rubén.
Dejó el coche, un dos caballos rojo del 86, estacionado en zona verde y con su tarjetita del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) muy a la vista. Pero aún así se llevó el papelito maldito. Rosa, que se preocupa mucho por sus vecinos –tanto como de sus flores-, habló con Julia (empleada del SER) para hallar una respuesta. Pero Julia no sabe, no contesta y está muy agobiada con la crisis; e hipotecada hasta las cejas, su marido también.
Rubén no tira, ni ‘palante’ ni ‘patrás’. Sus hilos de cobre no casan últimamente, para más inri. Se pregunta qué ha hecho mal… la chica de la ventanilla le sugiere que ponga un recurso. Pero le advierte que si paga ahora le harán un 30% de descuento. O sea que los 180 euros (unas 30 mil de las antiguas pelas) se quedarían en 126 (unas 20 mil de las ilustres rubias). No parece haber alternativa, más que nada porque tiene más dinero (que no es abundante) a mano que tiempo para recurrir… ni a sus padres. Los cables le atan demasiado. Y encima… no casan.
Rosa le ha regalado una planta de Aloe. Cuentan que viene muy bien para las multas ajenas.
Dejó el coche, un dos caballos rojo del 86, estacionado en zona verde y con su tarjetita del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) muy a la vista. Pero aún así se llevó el papelito maldito. Rosa, que se preocupa mucho por sus vecinos –tanto como de sus flores-, habló con Julia (empleada del SER) para hallar una respuesta. Pero Julia no sabe, no contesta y está muy agobiada con la crisis; e hipotecada hasta las cejas, su marido también.
Rubén no tira, ni ‘palante’ ni ‘patrás’. Sus hilos de cobre no casan últimamente, para más inri. Se pregunta qué ha hecho mal… la chica de la ventanilla le sugiere que ponga un recurso. Pero le advierte que si paga ahora le harán un 30% de descuento. O sea que los 180 euros (unas 30 mil de las antiguas pelas) se quedarían en 126 (unas 20 mil de las ilustres rubias). No parece haber alternativa, más que nada porque tiene más dinero (que no es abundante) a mano que tiempo para recurrir… ni a sus padres. Los cables le atan demasiado. Y encima… no casan.
Rosa le ha regalado una planta de Aloe. Cuentan que viene muy bien para las multas ajenas.
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* La imagen superior pertenece al blog de Danuel Tubau
Comentarios
También lo sieno por Rosa, muchas de sus flores estarán marchitas...
Y lo siento por Julia, no se merece tanto estres...
A quién reclamamos todos estos males, señor blogero?
Besos!
Dani eres tremendo.
Salud!