Los tornados caían del cielo al ritmo apocalíptico. Mateo lo contemplaba todo desde su cama; en campo abierto, sin techo ni cobijo. Pero él no se movía. Estaba tranquilo. Se preguntaba por qué no se alteraba, por qué no se aterrorizaba ante este panorama tan negro. Pero no encontraba respuesta, sencillamente contemplaba lo que ocurría por los aires. No había nadie con él, pero una voz que parecía provenir de ‘atrás’, le preguntó: ¿Por qué no tienes miedo?
Mateo se tomó su tiempo para contestar… Digo yo que porque esto no está pasando, pero en realidad está pasando. De hecho mi cama comienza a tambalearse. ¿Le preocupa? No, la verdad, porque esto no está pasando. ¿Y si está pasando? Pues saldré volando. Mmmmmm.
Buscando referencias temporales entre una vieja caja de fotos, Mateo no quiere perder el autobús de las 12:07. El temporal ha pasado, pero no logra situar tres veranos que se le han quedado colgados en su interior. Sabe con quién estuvo en aquellas vacaciones, con sus padres juntos y con sus padres separados. Sabe dónde las pasó, pero es incapaz de acordarse cuándo.
¿Por qué los tornados no llegan a usted? No lo sé, me imagino que porque esto no está pasando.
Llega al cine, saca las entradas y se mete en la sala. Ponen doble sesión de Bruce Lee. Hay cuatro como él en el cine. Una chica se le acerca antes de que empiece y le pregunta si quiere pasar el resto de su vida con ella. Mateo le contesta tajante: prefiero a Patricia y yo no soy Christian. Comienza la película y en la pantalla aparece Casimiro dando golpes a los malos. Cuando termina con ellos, sigue hablando solo.
Mateo se levanta de la cama, se gira y detrás hay una butaca vacía. El temporal ‘ha pasado’. Camina hacia adelante. Llega a su casa y al abrir la puerta recuerda las fechas perdidas de aquellos veranos: 85, 86 y 87. Una voz, la suya pregunta ¿por qué las olvidaría?
Mateo se tomó su tiempo para contestar… Digo yo que porque esto no está pasando, pero en realidad está pasando. De hecho mi cama comienza a tambalearse. ¿Le preocupa? No, la verdad, porque esto no está pasando. ¿Y si está pasando? Pues saldré volando. Mmmmmm.
Buscando referencias temporales entre una vieja caja de fotos, Mateo no quiere perder el autobús de las 12:07. El temporal ha pasado, pero no logra situar tres veranos que se le han quedado colgados en su interior. Sabe con quién estuvo en aquellas vacaciones, con sus padres juntos y con sus padres separados. Sabe dónde las pasó, pero es incapaz de acordarse cuándo.
¿Por qué los tornados no llegan a usted? No lo sé, me imagino que porque esto no está pasando.
Llega al cine, saca las entradas y se mete en la sala. Ponen doble sesión de Bruce Lee. Hay cuatro como él en el cine. Una chica se le acerca antes de que empiece y le pregunta si quiere pasar el resto de su vida con ella. Mateo le contesta tajante: prefiero a Patricia y yo no soy Christian. Comienza la película y en la pantalla aparece Casimiro dando golpes a los malos. Cuando termina con ellos, sigue hablando solo.
Mateo se levanta de la cama, se gira y detrás hay una butaca vacía. El temporal ‘ha pasado’. Camina hacia adelante. Llega a su casa y al abrir la puerta recuerda las fechas perdidas de aquellos veranos: 85, 86 y 87. Una voz, la suya pregunta ¿por qué las olvidaría?
Comentarios
Gracias, "la".
Piensa en una diana... lanzas el dardo: has dado, practicamente, en el centro. Gracias por atinar. Y por estar ahí.
Abrazos a Elda!