Fabio Carabeo
Sigo con un clásico de los chistes breve que no me quito de la cabeza desde anoche: Esto es un hombre que va por el campo, cae la noche y lo mata. Unos dicen que es genial, otros no mueven ni un gesto ante su enunciado. Qué queréis que os diga, yo me parto. Lo que no sé es por qué no me lo quito de la cabeza. Bien, me lo haré mirar antes del ocaso.
Sigo con un clásico de los chistes breve que no me quito de la cabeza desde anoche: Esto es un hombre que va por el campo, cae la noche y lo mata. Unos dicen que es genial, otros no mueven ni un gesto ante su enunciado. Qué queréis que os diga, yo me parto. Lo que no sé es por qué no me lo quito de la cabeza. Bien, me lo haré mirar antes del ocaso.
Comentarios
Lo es, eso creo.
Bueno, me alegro. Tenía dudas, recuerdo cuando conté el chiste hace años en un momento dado... no hubo ni una risa. Pero lo peor fue que nadie ni tan siquiera pronució el clásico: ¡Qué malo! No, más dramático aún, giraron la mirada y me ignoraron. Menos mal que con los años e internet te encuentras con gente que comparte esta "poesía".
Siento ser la nota discordante,pero a mi sintiendolo mucho no me hace gracia,¿será que estoy perdiendo mi buen humor?
Un saludo.
Capitán, las cosas más divertidas no hacen ni puta gracia. Espero haberte aclarado algo tu sensación frente a este chiste genial, como "el del fresco que entra por la ventana y se lleva la tele"...
No sé.....
Ustedes me perdonen,¿sera que estoy pasando una época de.. "idiosingracia".
Un saludo.
A mí ese chiste me parece una genialidad, el del fresco también. Pero sobre todo me gusta el del grano de arena que llega al desierto y dice: ¡vaya ambientazo!