Se va de Rositas y entra en Malagón, un establecimiento de bisutería variada, botones y hebillas isabelinas. Ricardo Firgas Almendralejo está agobiado estos días por el tema de las compras de diciembre. Los padres, 2 hermanos, 25 primos y su novio, Matías Sorete, completan el palmarés navideño. Matías es su primer objetivo. Quiere sorprenderle, porque además el 25 de diciembre cumplen 10 años de su nacimiento como pareja.
Duda entre si apostar por un solo regalo contundente e inapelable o completar una amalgama de cultura, menaje, gastronomía y moda. Al salir de Rositas pensó en Malagón, porque a Matías le pierden las hebillas isabelinas. Si da el paso, tendrá que decantarse por la amalgama. Cuántas dudas tiene.
Sale de Malagón y sigue paseando por el Camino de la Amargura, una travesía que une Costanilla de los Mártires con Calvario. No es la primera vez que la atraviesa, de hecho es un ritual que sigue cuando se encuentra en momentos de inquietudes e indecisiones. En este tránsito suele recibir mensajes internos que pasan por externos y que le valen para tomar una decisión. Cuando pasa por Calvario se le hace la luz…
Un gato negro, pero no del todo, se cruza en su camino se pone a dos patas y le jalea: ¡Dónde vas, maricón! (con acento sevillano muy amanerado), ¿Es que no has pensado en uno de esos pedruscos de Rosquilla*) que lucen tanto las falanges? Ricardo se va directo a Rosquilla a por el anillo. Pero en el camino se encuentra con Fabiano, un ex novio que le recomienda otra opción: un viaje a Ceuta en Globo. Ricardo sigue su curso hasta Rosquilla.
Al pasar por Lagos, una tienda de regalos “de siempre”, piensa en aprovechar y ventilarse a sus primos Luciano y Juan Luis. A ambos les encanta lo retro. A saber: tostadora réplica años 50, mininevera, una pequeña gramola, micrófono antiguo, taburete a lo cafetería de “road movie” americana…
Entra en Rosquilla… Y como suele ocurrir cuando se te cruza un gato con mala leche… Ricardo llega y se encontróa de frente con Matías. Lleva en la mano un paquetito. Se miran a los ojos, se enternec3n y se abrazan. De fondo se oye la voz de Rosquilla que murmura: Qué maricones somos todos. ¡Ya te digo!, le dice Cómplice su búho de pedrería y Art decó.
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*Pedro Rosquilla es un tradicionalista gay de las JONS que diseña anillos muy originales, clásicos pero innovadores. ¡Toma ya!
Duda entre si apostar por un solo regalo contundente e inapelable o completar una amalgama de cultura, menaje, gastronomía y moda. Al salir de Rositas pensó en Malagón, porque a Matías le pierden las hebillas isabelinas. Si da el paso, tendrá que decantarse por la amalgama. Cuántas dudas tiene.
Sale de Malagón y sigue paseando por el Camino de la Amargura, una travesía que une Costanilla de los Mártires con Calvario. No es la primera vez que la atraviesa, de hecho es un ritual que sigue cuando se encuentra en momentos de inquietudes e indecisiones. En este tránsito suele recibir mensajes internos que pasan por externos y que le valen para tomar una decisión. Cuando pasa por Calvario se le hace la luz…
Un gato negro, pero no del todo, se cruza en su camino se pone a dos patas y le jalea: ¡Dónde vas, maricón! (con acento sevillano muy amanerado), ¿Es que no has pensado en uno de esos pedruscos de Rosquilla*) que lucen tanto las falanges? Ricardo se va directo a Rosquilla a por el anillo. Pero en el camino se encuentra con Fabiano, un ex novio que le recomienda otra opción: un viaje a Ceuta en Globo. Ricardo sigue su curso hasta Rosquilla.
Al pasar por Lagos, una tienda de regalos “de siempre”, piensa en aprovechar y ventilarse a sus primos Luciano y Juan Luis. A ambos les encanta lo retro. A saber: tostadora réplica años 50, mininevera, una pequeña gramola, micrófono antiguo, taburete a lo cafetería de “road movie” americana…
Entra en Rosquilla… Y como suele ocurrir cuando se te cruza un gato con mala leche… Ricardo llega y se encontróa de frente con Matías. Lleva en la mano un paquetito. Se miran a los ojos, se enternec3n y se abrazan. De fondo se oye la voz de Rosquilla que murmura: Qué maricones somos todos. ¡Ya te digo!, le dice Cómplice su búho de pedrería y Art decó.
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*Pedro Rosquilla es un tradicionalista gay de las JONS que diseña anillos muy originales, clásicos pero innovadores. ¡Toma ya!
**El búho de la foto.
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