Ir al contenido principal

ROBBINS Y ROCA NEGRA EN EL GIJÓN

Ricardo Roca Negra se estaba tomando un café con Tim Robbins cuando entró por la puerta Vasíli Kandinsky. Los dos se giraron hacia él, pero antes se cruzó en mitad del eje José Instinto Moreno mientras mantenía una charla con Ignacio Far López. Volvieron a su posición y continuaron su conversación sobre El Estanque Dorado.

Tim es un tipo simpático
. Siempre lo cuenta Roca Negra. Se llevan muy bien y Tim suele venir unos días cada tres meses para charlar de cine con Roca Negra. Quedan en el Gijón y se tiran horas hablando y jugando a las películas. Suele abrir Tim Robbins. Por ejemplo dice: "¿Y que coño le digo yo al padre? 'Hola Jimmy, estabas en deuda con Dios y se la ha cobrado'". Y Ricardo que no suele fallar contesta: Kevin Bacon en Mystic River.

Y siguen… "La apatía es la solución, es decir, resulta más fácil abandonarse a las drogas que enfrentarse a la vida, robar lo que uno quiere que ganárselo, pegar a un niño que enseñarlo. Por otra parte el amor requiere esfuerzo, trabajo"… ¡¡¡Morgan Freeman en Seven!!!

La verdad es que ninguno suele fallar, son dos monstruos. Entonces recurren a ciertos trucos. Por ejemplo, cambian de tema y se ponen hablar de sus respectivas parejas, Susan y Julia, y en un momento dado cuelan una frase de película, si no se dan cuenta, el autor que la ha pronunciado se apunta un punto.

Y ayer Ricardo se la coló a Tim. De pronto, en su contexto, dice: "Yo soy una víctima, ¿crees que para mi es agradable que me haga una mamada una tetuda veinteañera?". Tim, cierto es que se quedó algo estupefacto con la frase, pero no “apretó” el botón de respuesta. Se hizo un silencio, pero antes de que Ricardo se apuntara el tanto, salta Kandinsky a la mesa y dice: Lo sé, lo sé, lo sé… Woody Allen en Desmontando a Harry.

Entre ilustres anda el juego.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Creo que no decía "ánimo",ni "sígueme",despues de leer esta historia de Tim R. y Rocanegra, ah!y de Pelillo Moreno, lo que yo he visto dentro del inodoro mal aparcado ha sido lo suiguiente:"fuego camina conmigo"
Saludos

Entradas populares de este blog

El verbo y el tren coloquial

Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

Las palabras se las lleva Twitter

Apenas estaba digiriendo una información -con alta carga de valor- cuando un tuit la bajó de golpe muro abajo. Intenté seguirla, pero no paraba de caer al foso; y durante el imparable descenso iba olvidando el cuerpo de la noticia que me había llamado la atención. Finalmente renuncié y volví a lo más alto del muro de nuevo, con la esperanza de leer algo interesante, entonces un hilo que sostenía al texto en extinción entró en escena. Intenté seguirlo pero poco duró su vigencia. Una vez más la gravedad de las redes sociales impuso su fuerza.  El volumen de la ansiedad de la masa social por publicar, por ser viral, por conseguir apoyo de followers, ¡por ser!, por estar, por pintar, pesa y ocupa tanto que la palabra apenas puede sostenerse. De hecho acabo de perder el hilo que me trajo hasta este texto. ¿Habré incorporado la misma gravedad y procesado de ideas? Es posible, porque ya se me está haciendo largo y empiezo a sentir ansiedad por publicarlo y que funcione por sí solo. Pesa

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...