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De Martes 13, links y Cámara Abierta 2.0

(Posteado en el blog de Cámara Abierta 2.0)

Estamos en época de vendimia y aunque emitimos el programa número 154 en Martes 13 el caldo de la “cepa bloguera” nos ha sabido estupendamente. ¿Queréis probarlo? Entrad en El log de una cepa Arar... Visto lo visto no vamos a abandonar ahora las catas ni el buen gusto, así que ¿qué tal si probamos una bitácora con sabor a tendencias? Es el rincón del coolhunter David Farrán de Mora. Un bloguero muy sibarita que nos descubre por dónde se mueve la cocina más creativa y qué recetas e ingredientes no hay que dejar de probar cada temporada. Y es un reportaje de Sara Pareja, nuestra querida ex becaria que ha volado... del medio.

En Intérnate:

-La campaña que se ha expandido a sus anchas por la Red gracias a la iniciativa de Javier Peláez (La Aldea Irreductible): La Ciencia española no necesita recortes

-Incondicionales fans de Madonna por el mundo

- En Cámara Abierta 2.0 volvemos a presentarnos a los premios Fundetec.

-La mayor campaña de la Historia del Cine: “2012

Un tema, bien agitado, que tiene en vilo a la blogosfera y más allá, es la futura sentencia de Pablo Soto por crear programas P2P, ¡vamos, de intercambio de archivos!... Hay muchas preguntas en el aire: ¿Qué pasaría si se le condenan? o ¿Qué encierra en el fondo este juicio? son sólo algunas... Para encontrar respuestas hemos preguntado al abogado que está llevando el caso... Se llama David Bravo y en internet se le conoce como el Erin Brokowich español...

Parece el argumento de una peli del Oeste... vaqueros sin escrúpulos que arrasan con los indios para quedarse con sus tierras y hacer negocio... es argumento viejo, pero según la ONG Survival, se sigue repitiendo. En este caso, en La India, en las tierras de Niyamgiri, donde se ha instalado una empresa minera sin tener en cuenta al pueblo indígena que vive en ellas: los "dongria Kondh"... Es parte de un documental y nuestro Tú Ruedas de esta semana.

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El verbo y el tren coloquial

Estación de Atocha, Madrid. Enero 2016 Esperaba subirse a un verbo que le llevara lejos. Lejos del último adjetivo que le arrastró hasta el reverso del suelo que pisaba. La mente en blanco y un mapa por recomponer, una geografía por reubicar. La frase de su amiga fue letal. Cada letra iba cargada con verdades que ni él mismo había valorado. Las comas, las pausas, los silencios y lo malditos puntos suspensivos quemaban. Así esperaba ese vehículo redentor. Inquieto, teneroso, tembloroso, entusiasta del desaliento, sabedor de sus miserias, conocedor accidental de las verdades que le dan cuerpo a la mente... ...Y en su maleta tan sólo llevaba un verso contagioso que no escribió. Un texto que recibió por azar de un sueño a través de un diálogo que no sabe cómo empezó pero sí adónde le llevaba.  El murmullo del vagón susurraba desde el fondo del plano. Podía oler el reflejo de su escapada. Imaginaba una huída para empezar, no de cero, pero sí desde un quiebro de sí mismo. Enrai

Idas y venidas por una mala salida

 Viéndolas venir me dieron en toda la cara. Una a una, las idas y venidas de años anteriores (y una del que entra) fueron golpeándome repetidamente hasta que pronuncié la palabra requerida: "Perdón". Las idas reclamaban un sitio concreto al que llegar; las venidas, más dimensiones. La correspondiente a 2021 era ida y estaba algo más perdida. Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que tenía la responsabilidad de ubicarlas. Lo supe por una mala salida de otra persona hacia mí. Ésta, la mala salida, me advirtió -poco antes de abofetearme por izquierda y derecha con la mano abierta- de que debía organizarlas. ¿Cómo? pregunté. Viéndolas venir, exclamó. Así que tras pedir disculpas y tomar la firme decisión de implicarme en la búsqueda de lugares y dimensiones, todo empieza. A ver...

En tela de juicio bajo tierra

Me echan monedas... ¡hasta billetes de 10 y 50€! Voy arreglado, sólo estoy algo mareado y sentado en el suelo del metro por no poder sostenerme en pie. Soy abogado , pero no puedo pararles y decirles que no necesito su dinero. No me sale la voz. Estoy preso  en este pasillo... Bloqueado, encerrado y cubierto por aquella tela de juicio que usaba mi padre para tejer el amor hacia mi madre, la gran fiscal en estado permanente (somos 15 hermanos). La superficie de mi maletín tumbado se ha deprimido por la gravedad del dinero... Y no para de hundirse. Yo, mientras tanto, sigo sin saber qué razón inmaterial me impide levantar la cabeza y erguirme como Dios siempre me indicó. Empiezo a detestar el sonido del dinero, la caridad... No puedo defenderme de este ataque absurdo. No sé si me miran mientras tiran su circulante. ¡Nos sabéis lo que llevo en el maletín, desgraciados, no lo sabéis! ¡Con estos papeles sabríais lo fácil que me resultaría hundir vuestros culos en la miseria. Por fin co