Pensé en convertirme en fotoperiodista conceptual de móvil por un momento, y dejar a la imagen sin el apoyo de ninguna palabra... Sólo el título. Pero ni soy fotoperiodista ni creo que éste sea un concepto emancipado de las palabras. Hace no mucho, apenas tres días escuché a alguien muy cercano contar con ironía y ternura cómo, desde niño, sólo había conocido la derrota. Por lo visto su hermano mayor cambiaba las reglas de los juegos a su antojo, de tal manera que el pequeño siempre perdía.
Al ver esta hoja en el suelo me he acordado de él y de sus palabras. Posiblemente por lo que no se ve en la foto o queda en un segundo plano: esos adoquines bajo los cuales "no hay arena de playa" (Papá cuéntame otra vez... / Ismael Serrano). O quizá me recordó a esa época en que le dio por construír móviles de colgar, como paso previo a decidirse a pintar. Es posible también que la hoja me llevara hasta Cuento de Otoño (Eric Rohmer, 1998) y de ahí a cuando él y ella me emborrachaban -siendo yo prácticamente un crío- a cine francés. Bueno, y por muchos más detalles del tiempo vivido bajo su influjo.
La hoja es muchas cosas. Otra de ellas, la más obvia, es el tiempo que pasa; y que, como decía Teo Soplido, mi profesor de literatura (uno de esos fachas que no saben que no lo son): Creemos ser el árbol, cuando en realidad sólo somos hojas que estamos de paso... Y al final caemos sin remedio. En definitiva, ante esta imagen (y su eco) entiendo que he aprendido a disfrutar del sabor de la derrota, lo que me convierte en ganador de una batalla perdida.
Salud!
PD.: Post dedicaco al pequeño emparedado y al emperador lanza chapas
Al ver esta hoja en el suelo me he acordado de él y de sus palabras. Posiblemente por lo que no se ve en la foto o queda en un segundo plano: esos adoquines bajo los cuales "no hay arena de playa" (Papá cuéntame otra vez... / Ismael Serrano). O quizá me recordó a esa época en que le dio por construír móviles de colgar, como paso previo a decidirse a pintar. Es posible también que la hoja me llevara hasta Cuento de Otoño (Eric Rohmer, 1998) y de ahí a cuando él y ella me emborrachaban -siendo yo prácticamente un crío- a cine francés. Bueno, y por muchos más detalles del tiempo vivido bajo su influjo.
La hoja es muchas cosas. Otra de ellas, la más obvia, es el tiempo que pasa; y que, como decía Teo Soplido, mi profesor de literatura (uno de esos fachas que no saben que no lo son): Creemos ser el árbol, cuando en realidad sólo somos hojas que estamos de paso... Y al final caemos sin remedio. En definitiva, ante esta imagen (y su eco) entiendo que he aprendido a disfrutar del sabor de la derrota, lo que me convierte en ganador de una batalla perdida.
Salud!
PD.: Post dedicaco al pequeño emparedado y al emperador lanza chapas
Comentarios
Y también hay mucha poesía en el hecho de que al Sr. Vértigo esa humilde hoja le provoque este post tan entrañable.
Fdo.:El pequeño emparedado.
Filosofía pura,poesía ficción....
Un saludo
"España gana a Ghana sin ganas"
"Soy del color de tu porvenir, me dijo el hombre del traje gris..." (Maestro J. Sabina).
"La cabeza bien alta cuando se tiene el valor para andar por la vida siendo el mejor perdedor.." (Las Limones)
Todo lo que te hace aprender es positivo,aunque la experiencia haya sido mala o buena.
Soy de los que piensan,que se aprende más de lo malo,que de lo bueno...¿¿o no ??
El Mundo es una selva y ay,del que no esté preparado....