Son las 7:00 de la mañana de un día más (sin 'menos cuartos' que valgan en el reloj). Mario Del Nos llega de su After favorito. Está hasta arriba de coca, de hecho se está enchufando la última de... la jornada en un extremo de sí mismo y de El Banco 54. Apenas puede hablar, una profunda ronquera le nubla la faringe y el 85% de su cerebro, pero no le impide ponerse a cantar la siguiente... estrofa llena de poesía: A chuparla, que la chupen... Maradoooo, Maradoooo...
A las 7:15 llega Pedro Rojo Cedro. Se sienta en el otro extremo del banco. Viene de correr. Ha madrugado para expandirse por lo largo y ancho de Príncipe de Vergara y que nadie obstaculice su recorrido favorito. No necesita MP3 para sus oídos, sin embargo, corre con la nariz tapada -nada de mascarillas- y la mente entreabierta. Jadea, suda... se saca una botella de medio litro -con pitorro anti fugas- de Isostar o Acuarius; no llego a distinguir. Mira de reojo a Mario y entre jadeos se acuerda de algo.
Ahí están, trasnochado y recién levantado compartiendo plaza en un mismo mundo. En la calle hay un aroma a pan recién hecho que se mezcla con el fragor del barrido de botellas y el piar de los semáforos cercanos. Mario y Pedro se miran. Algo les une, lo saben, y lo huelen aunque ambos tengan las narices taponadas. Maradona no es Dios, dice Pedro. Cómeme el rabo, contesta Mario. ¡Pedro! Exclama Mario. ¿Mario? Pregunta -y se pregunta- Pedro. ¡Sí! Gritan los dos. Se abrazan, se descongestionan con las palmaditas en las espaldas. Se levantan y se van al mismo bar donde Katti Soberbia y Rufus tonteaban al amanecer.
Ahí están, trasnochado y recién levantado compartiendo plaza en un mismo mundo. En la calle hay un aroma a pan recién hecho que se mezcla con el fragor del barrido de botellas y el piar de los semáforos cercanos. Mario y Pedro se miran. Algo les une, lo saben, y lo huelen aunque ambos tengan las narices taponadas. Maradona no es Dios, dice Pedro. Cómeme el rabo, contesta Mario. ¡Pedro! Exclama Mario. ¿Mario? Pregunta -y se pregunta- Pedro. ¡Sí! Gritan los dos. Se abrazan, se descongestionan con las palmaditas en las espaldas. Se levantan y se van al mismo bar donde Katti Soberbia y Rufus tonteaban al amanecer.
Comentarios
El ensamblaje fáctico tiene sus cosas. Por cierto que ilustración tan buena es la de hoy!
P.D: esta ilustración ha salido en algún otro post, no?. Yo ya la tenía en la retina.
Bueno, a lo que iba, que más que comentar es preguntaros algo: ¿estáis seguros de que Maradona es argentino?, y si lo es ¿qué carajo hace todo un pueblo como el argentino considerandolo un Dios?
Como diría Mafalda: La pucha!
La Zapateta, mi opinión es que a Maradona muchos le consideran un dios en Aregentina, porque la única esperanza que les queda y lo único que aún no les falló es el fútbol.
....Lástima les tengo.....jeje
Ahora deben acompañarle los resultados,esta tarde se la juega.
Haber si hay suerte......
Atleti...!!!...tiembla Chelsea..!!!