Recordando, en mitad de una conversación de esas que hacen Historia, al menos durante una noche (con vino pero sin rosas ni espinas), me vino a la cabeza una escena memorable. Pertenece a esa joya llamada Todo es mentira (Álvaro Fernández Armero, 1994). La verdad es que toda la peli está llena de diálogos con vida propia. Cada tema que se trata encierra una historia aparte. Por ejemplo: Lo complicado del amor, la rivalidad entre la pareja, la búsqueda de uno mismo dentro de sí mismo y en la misma pareja, las rarezas y contradicciones en los gustos sobre la mujer, viejas amistades, viejas enemistades, egoísmos, utopías, rutinas, crecer... Morir.
Me fascinó, me conmovió, me llenó de esperanzas, me llevó al principio del principio de la catarsis. Entonces, tenía 22 años... hoy con casi 15 más, sólo puedo decir dos cosas: gracias Armero por aquel regalo que gana con el tiempo; y dos, ¡No todo es mentira!
Salud!
Comentarios
Que típico de las mujeres... se quita el sujetador, le dice que si ha follado alguna vez en el baño, y el intentando no perder la compostura, y cuando todo está más claro ya que el agua cristalina
ZAS!!
Me ha encantado.
=)
¡Buen domingo!
Gran película y justo homenaje.